Depresión: el mal del alma

Se trata de un problema espiritual, no físico

La depresión se caracteriza por ser un desorden en el estado de ánimo y puede iniciar desde la infancia, adolescencia o incluso en la vida adulta. En realidad, puede surgir después de un acontecimiento traumático, generalmente por la pérdida de un ser querido, el fin de una relación amorosa, la pérdida del empleo, del poder adquisitivo, de la belleza y la salud, así como del vigor físico e incluso sexual.

Según el obispo Renato Cardoso, no enfrentar un determinado problema e intentar quitarse la vida es una señal de debilidad. Cuando una persona llega a su límite, pero puede reconocerlo y hablar con alguien que pueda ayudarla, está asumiendo un acto de valor.

¿Pero qué se puede hacer para vencer al mal del siglo?

“La depresión huye del control de la ciencia […]. Siendo un mal del alma, ¿qué remedio físico existe que pueda curarla? El alma humana sufre de depresión porque en ella hay dudas que traen miedos, preocupaciones, ansiedades, en fin, inquietudes interminables. ¿Quién puede sanar al alma, sino el Espíritu del Salvador de las almas?”, dijo el obispo Edir Macedo.

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Sesión de Descarga Espiritual

Muchos aún no logran comprender que la depresión es un problema espiritual. Pero, el depresivo solo logrará liberarse de ese mal cuando lo entienda.

Por eso, la Universal reservó un día especial para combatir la depresión por medio del poder de la fe: viernes, en la Sesión de Descarga Espiritual.

En el Templo de los Milagros se lleva a cabo a las 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m. y, especialmente, 7 p. m. En Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya. O bien, acuda a la Universal más cercana a su domicilio.