¿Sientes hambre y sed de la presencia de Dios?

Aprovecha esta oportunidad y acércate a Dios aún más durante este Ayuno de Daniel

Este 28 de junio se llevará a cabo la Noche del Maná Escondido. Podrás participar en el Templo de los Milagros: Avenida Revolución núm. 253, colonia Tacubaya, CDMX. O en la Universal más cercana a tu hogar.

¿Por qué es importante esta reunión?

Este encuentro se realiza cada miércoles para aquellos que tienen hambre y sed de la presencia de Dios. Si deseas buscar tu renovación espiritual, llenar tu vida con Su Palabra, tener acceso al Maná Escondido (que es un alimento que Él les da a los que tienen hambre de lo que viene de lo Alto), entonces, te esperamos.

La Biblia nos alerta: «He aquí, vienen días —declara el Señor Dios— en que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír las palabras del Señor. Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra del Señor, pero no la encontrarán.» (Amós 8:11-12).

¿Ya viste? Valore las cosas simples de la vida

El tiempo de volver a Dios es ahora. Hay quienes perdieron la oportunidad de acercarse al Altísimo porque sus vidas fueron cobradas por un accidente o por una enfermedad, por ejemplo, y, así, no tuvieron tiempo de buscar arrepentimiento.

Además de eso, llegará el momento en que el anticristo se manifestará en esta Tierra y, entonces, los pueblos sufrirán. Por lo tanto, aprovecha este momento que Él te da y presta atención al mensaje que será transmitido. ¡No desaproveches este gran encuentro de fe!

Ayuno de Daniel

Estamos viviendo el periodo del propósito especial llamado Ayuno de Daniel, que comenzó el 25 de junio. Se trata de un ayuno de información, en el cual, vamos a conectarnos con contenido que habla sobre Dios y nos vamos a desconectar del contenido que, día con día, se divulga por los medios.

Es la desintoxicación de la contaminación de lo que no aporta, que muchas veces resulta ofensivo o desagradable; es información que nos quita la concentración, el enfoque, la energía y la fuerza (mental y espiritual) para no enfocarnos en las cosas importantes.

Entonces, el ayuno no es de alimentos, sino para dedicar nuestra mente a las cosas de lo Alto. Dios habla con aquellos que tienen oídos para oír.

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