Seudoadicción: adicción involuntaria

Hasta el 2016, se estimaba que, alrededor de 28 millones de mexicanos de todas las edades, sufrían con dolor crónico, hoy las cifras podrían ser más altas.

Por eso, ante la prevalencia de enfermedades graves, muchas de ellas terminales, los profesionales de la salud han promovido la necesidad de tratar a dichos pacientes con cuidados paliativos para mejorar su calidad de vida, a través de un equipo multidisciplinario.

En palabras de la Organización Panamericana de la Salud, a través del primer atlas mundial de las necesidades de cuidados paliativos, los tratantes no buscan apenas «aliviar el dolor [del enfermo], sino también mitigar el sufrimiento físico, psicosocial y emocional de los pacientes […] y ayudar a los familiares de esas personas a cuidar de sus seres queridos.».

Como el dolor es uno de los síntomas que más dificultan el día a día de los pacientes, gran parte de los esfuerzos se focalizan en el alivio o disminución del dolor a través de analgésicos opiáceos, que, si bien son efectivos para el tratamiento del dolor, son altamente adictivos, además de los problemas derivados de su uso por tiempo prolongado.

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Debido a la necesidad del uso de estas sustancias en este tipo de pacientes, es fácil disfrazar el problema de adicción. Lo que dificulta que se pueda intervenir de manera oportuna. El resultado son pacientes con seudoadicción que es el «comportamiento que imita la adicción, resultado del manejo inadecuado del dolor y con fines analgésicos.».

Por esta razón es de suma importancia el monitoreo multidisciplinario, porque si estos tipos de sustancias son administradas a personas con ansiedad y depresión, el resultado termina siendo no solo una persona con una enfermedad grave y con depresión, sino ahora también adicta a los opiáceos.

Cura de los vicios

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