¿Qué hago para recuperar a mi esposa?

Evandro afirma que su esposa lo abandonó porque él ha sido muy agresivo con ella. Renato y Cristiane Cardoso, autores del libro Matrimonio Blindado, lo orientan al respecto de la actitud que debe adoptar para que él sea feliz.

Evandro: Tengo 23 años y mi matrimonio acabó después de tres años y ocho meses. Durante nuestra unión, peleamos constantemente. El último año, incluso, ya no nos estábamos entendiendo y no nos respetábamos mutuamente. Yo siempre fui muy estresado y, durante las peleas, llegaba a romper los objetos de la casa. Una vez, terminé dándole un puñetazo. En otra ocasión, la tiré al suelo. Después de eso, ella regresó a la casa de su madre. ¿Qué hago para recuperar a mi esposa?

Renato: Usted tiene un problema serio: no sabe enfrentar el estrés y la ira. Usted enfrenta lo que le desagrada de forma agresiva y violenta, y eso no solo arruina su relación conyugal, sino también otros aspectos de su vida. Cuanto más cercana sea la persona, más sufrirá por su comportamiento. Usted no debe preguntar únicamente cómo reconquistar a su esposa, sino cómo vencer esa agresividad, esa deficiencia que usted tiene de no saber lidiar con la ira. Su matrimonio terminó a causa de su estrés. Claro que su esposa debe haber cometido errores, pero eso ahora no es el punto.

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Cristiane: A veces, la persona dice que es iracunda, estresada y que va a ser de esa manera por el resto de su vida, pero comportarse de esa manera está mal. ¿Por qué algunas personas son así? Muchas veces, ese comportamiento proviene del pasado. A final de cuentas, las personas son producto de lo que vivieron. Por ejemplo: una persona que creció en su hogar lleno de agresividad con el padre o la madre ausentes en su educación, hoy puede ser carente. Cuando era niño, se enojaba con todo el mundo porque veía la vida de los demás niños que tenían padre y madre presentes. Entonces, fue creciendo y otras cosas le causaron ira. Esa persona no aprendió a lidiar con la ausencia o con las dificultades. Fue acumulando ira en la escuela, en los noviazgos y, cuando se casó, continuó sin saber cómo lidiar con las situaciones que le provocaban furia. Es claro que no estoy dando una justificación para el comportamiento de todos los que son así. Sino que eso es solo para que el alumno entienda que puede ser lo que está sucediendo con él.

Renato: El ser humano solo hace lo que aprende. Él nunca va a hacer algo que nunca aprendió. Por ejemplo: si usted nunca aprendió a hablar ruso, nunca va a hablar esa lengua. Solo en el día que usted empiece a estudiarlo es que lo hablará. De la misma manera, usted aprendió a ser agresivo porque vio ese tipo de comportamiento como modelo, por medio de peleas, gritos, golpes, puntapiés entre sus hermanos, sus padres, y terminó aprendiendo a lidiar con el estrés de esa manera. Pero, la buena noticia es que usted solo tiene 23 años, es muy joven y aún puede aprender a ser diferente. Usted no tiene por qué mantenerse atado a esa forma de ser por el resto de su vida. Sino que el primer paso empieza en usted: reconozca que eso es un problema y deje de enfocarse en su esposa. Hablar no es suficiente, tiene que buscar ayuda y hacer una reprogramación interna. Eso no quiere decir que debe desistir de su esposa, sino que necesita reconocer que, por más que la ame, aún no puede estar cerca de ella y que va a buscar ayuda para después reconquistarla. Si ella ve que usted está buscando ayuda, empezará a creer en su camino. Busque ayuda en la Terapia del Amor, que es una reunión que se realiza todos los jueves en la Universal y empiece a sanarse internamente.

Cristiane: Esa es una de las especialidades de la Terapia del Amor: reconstruir su “yo”. La mayoría de las personas no tienen problemas en su relación, sino cuestiones individuales mal resueltas que se llevan al matrimonio y estas se potencializan. En este punto, resulta difícil (por no decir casi imposible) tener una vida de pareja. Si usted por sí solo ya tiene problemas, imagine con otra persona que también los tiene. La mayoría de las personas no saben amar, solo saben sentir a la persona que está a su lado. Pero ellas necesitan saber perdonarse. Y es a causa de eso que muchas parejas terminan destruyendo su matrimonio: ellos fallan en varias ocasiones y también piden disculpas varias veces. Solo que, por más que pidan disculpas, los cónyuges no cambian, porque no saben actuar de otra manera. Entonces, aproveche lo que está sucediendo y reconstruya su interior.

Terapia del Amor

Si quiere recibir más enseñanzas, participe en las reuniones enfocadas en la vida amorosa. Todos los jueves en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, especialmente a las 7 p. m.

Otros horarios: 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m.