¿Deseas el reposo que viene de Dios?

Este miércoles 6 de septiembre se llevará a cabo la Noche de los Misterios del Reino de los Cielos. Y en esta ocasión se hablará de algo que muchos buscan en medio de una rutina tan ajetreada: el descanso.

¿Cuántas serán las personas que buscan reposo? Pero la realidad es que muchas ya se levantan cansadas al despertar cada mañana. Ellas deberían despertar despejadas, con fuerzas, ánimo y mucha determinación para vivir un nuevo día, pero sucede todo lo contrario (ya sea porque físicamente no logran dormir bien o porque espiritualmente su alma está cansada y eso se refleja en su cuerpo).

La persona con el alma cansada siente que carga un peso, constantemente está atribulada y no tiene paz independientemente de lo que haga. Algunos llegan al punto de caer en la ansiedad o sentir un vacío profundo que parece aumentar, pero ¿por qué pasa esto?

Porque muchos viven separados de la verdadera fuente de paz: el propio Dios. Pocos saben que Él habla de ello: «Venid a Mí, todos los que estáis cansados y cargados, y Yo os haré descansar.» (Mateo 11:28).

Por lo tanto, para recibir el descanso que proviene de Él, es necesario acercarse al Señor, ¿y cómo?

En la Biblia está claro que el pecado es lo que separa al hombre de Su Creador (lee Isaías 59:2). No obstante, a diferencia de como muchos piensan, cuando Dios habla de los errores que cometemos no lo hace con la intención de señalarnos con el dedo, sino de que nos enmendemos con Él. Todo lo que más desea es que el ser humano se convierta y regrese con Él de cuerpo, alma y espíritu.

El amor inexplicable de Dios

Aunque el ser humano Lo traicione, Él está dispuesto a perdonar si la persona está dispuesta a regresar a Él y arrepentirse de hecho y de verdad. Este es el amor inexplicable e inmensurable de Dios por la humanidad.

«Solo reconoce tu iniquidad, pues contra el Señor tu Dios te has rebelado, has repartido tus favores a los extraños bajo todo árbol frondoso, y no has obedecido mi voz» —declara el Señor. “Volved, hijos infieles” —declara el Señor—, “porque yo soy vuestro dueño, y os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os llevaré a Sión”» (Jeremías 3:13-14).

¿Qué hacer?

Dios preparó un lugar especial, jamás visto o imaginado, para los que Lo aman y Le entregan su vida a Él. Sin embargo, para llegar a este lugar es necesario ser peregrino en esta tierra, a fin de volverse habitante del Cielo. Solo es posible encontrar descanso y tener la garantía de la salvación cuando seas sellado con el Espíritu Santo.

Por eso, todos los miércoles se lleva a cabo una reunión especial con el objetivo de fortalecer tu vida espiritual y buscar el Espíritu de Dios. Te esperamos especialmente a las 7 p. m. en el Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, o bien en la Universal más cercana.

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