¿Cómo tener un año nuevo mejor?

La llegada del 2024 trae consigo innumerables posibilidades, pero ¿estás listo para corregirte y hacer las cosas de manera diferente el próximo año nuevo?

El 2024 ya está llamando a la puerta y tendremos 12 meses por delante. ¿Has pensado en cuáles son tus planes para el próximo periodo?

Hacer planes saludables para el próximo año es un buen hábito, según señala Healthy Children, sitio oficial de la American Academy of Pediatrics.

Otros expertos describen que cuando una persona hace planes y establece objetivos, tiene una dirección, un enfoque y sabe hacia dónde quiere llegar. Esto es muy importante para no terminar frustrado y también genera motivación. Lograr lo que la persona planeó trae consigo satisfacción y ánimo para seguir evolucionando y trabajando para obtener resultados mejores y mayores.

Sin embargo, no es suficiente tener una lista de metas, objetivos o deseos. Para que el 2024 sea diferente al año que está a punto de terminar, es necesario evaluar lo que necesita ser cambiado. En este grupo también pueden estar incluidas actitudes, comportamientos e incluso pensamientos. Después de todo, el año se construye a través de las elecciones que hacemos día tras día.

Salir del piloto automático también es un consejo importante para aquellos que desean obtener resultados diferentes. Las personas se sienten frustradas al darse cuenta de que el año pasó muy rápido y que, al final, no lograron hacer todo lo que deseaban, tal vez por falta de tiempo, dinero, priorización de objetivos, etc. No se trata solo de planificar, sino de revisar siempre tus metas y lo que necesitas cambiar, tal y como sugiere la American Psychological Association.

Fin de un ciclo

Es un hecho que, sin cambiar actitudes, el cambio de año será simplemente el de usar un nuevo calendario. Por lo tanto, antes de cerrar el 2023, es esencial reflexionar sobre el año y analizar todo lo que fue bueno y lo que podría haber sido diferente. Es importante abandonar las frustraciones y no llevar traumas del pasado al próximo periodo. El nuevo comienzo siempre es muy ventajoso, por lo tanto, procura ver el lado positivo y ten buenos pensamientos, como «yo puedo», «lo lograré». No te critiques. Si algo no salió bien, comienza a hacerlo diferente ahora.

Además, usando la fe inteligente, sabrás cómo reaccionar ante diversas situaciones. Poner a Dios al frente de tus planes y confiar en que Él te guía marca toda la diferencia.

Nueva ruta

Saber a dónde quieres llegar se considera una tarea simple, pero la gran cuestión es: ¿cómo llegar allí? ¿Cómo sobrellevar el proceso, las dificultades y los desafíos que surgen en el camino? ¿Cómo vencer el miedo y las dudas y mantener alta la motivación?

Muchas personas recurren a supersticiones y rituales en este lapso para alcanzar el éxito. Algunos creen que el color de la ropa usada en la víspera de Año Nuevo tiene el poder de atraer la suerte, al igual que comer lentejas y salir a la calle con maletas. Aunque son muy populares, los resultados de estos rituales no son evidentes, ya que depender de la suerte es también una forma de contar con la mala suerte.

Es muy común escuchar a las personas decir «año nuevo, vida nueva», pero sabemos que un cambio en el calendario por sí solo no traerá ningún cambio en la vida de nadie. Si la persona no está satisfecha con lo que está cosechando, no sirve de nada quejarse, sino que tiene que cambiar de semilla. Entonces, un año diferente depende de acciones diferentes, después de todo, nadie puede tener una vida diferente haciendo las mismas cosas.

La Velada de Año Nuevo, que se lleva a cabo en la Universal y que propone ofrecerle a Dios los primeros minutos del año (demostrando así la importancia del Creador en la vida de cada uno), se encuentra dentro de este contexto.

A diferencia de lo que muchos piensan, no se relaciona con las supersticiones. La acción no significa que pasar el año nuevo en la iglesia atraiga buenas vibras o buena suerte. De hecho, pasar el año en la Presencia de Dios también es una forma de primicia, ya que se está colocando a Dios como el primero en todo. Por la mañana, por ejemplo, Jesús debe ser nuestro primer pensamiento y la primera persona con la que hablamos. Si hacemos eso al comienzo de un día, imagina al comienzo de un año.

Es esta conciencia y esta sinceridad la que marca toda la diferencia en el año y en la vida de una persona. Cuando ponemos a Dios antes que todo, cuando Lo tratamos como el primero en nuestra vida, obviamente el Espíritu Santo reaccionará a nuestra acción. Y, si uno hace de Dios lo primero en su vida, también será primicia para Dios. Dios trabaja con reciprocidad. Por lo tanto, vale la pena priorizar estar en Su Casa.

¿Cómo participar?

Te esperamos el domingo 31 de diciembre en la Universal más cercana a tu domicilioo el Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. Llega minutos antes de las 10 p. m., porque a esa hora comenzará la velada.

Asimismo, la reunión marcará el fin de la Hoguera Santa de la Indignación en el Monte Sinaí y del propósito de la Familia en el Abrigo del Altísimo. Incluso, todos lo que poseen el pañuelo del Salmo 91 deben llevarlo.

También habrá un momento especial para presentarle a Dios los proyectos que tienes para el 2024 y pedirle Su dirección para este periodo.

Y a la medianoche participaremos de la Santa Cena, renovando nuestros votos con el Creador desde ya en los primeros minutos del nuevo año.

Así que no faltes y no olvides invitar a tus seres queridos.

Sigue con: ¿Cómo está tu amistad con Dios?