La Santa Cena
El miércoles 25 de septiembre se llevará a cabo la Santa Cena durante la Escuela de la Fe Inteligente, en la Universal más cercana
Antes de la crucifixión y resurrección, el Señor Jesús llevó a cabo la Santa Cena. Esta es una ceremonia vivida por los cristianos hasta hoy en día, después de más de dos mil años.
Antecedente de la Santa Cena
La Pascua judía fue instituida por Dios en memoria de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud egipcia, conforme a lo que está escrito en el Antiguo Testamento. En aquel contexto, el pan ázimo (sin fermento) y el vino ya estaban presentes en la celebración. Pero obtuvieron otro significado después de la Santa Cena de Jesús.
El texto bíblico relata que Jesucristo se sentó en la mesa con Sus 12 discípulos. Y «mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es Mi cuerpo. Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados» (Mateo 26:26-28).
El cuerpo y la sangre
Desde entonces, la Santa Cena del Señor se volvió símbolo del sacrificio de Jesús en la cruz. Este acto sucedió para el perdón de los pecados y salvación de la humanidad. «Con el gran martirio del Salvador, se instituyeron nuevas memorias, como Su muerte y resurrección. Pero, antes de que eso sucediera, Él pidió que todas las veces que Sus hijos participaran de aquellos elementos se acordaran de Su muerte», destacó el obispo Edir Macedo.
Aunque ese momento remite a escenas tristes, «no se debe participar de esa celebración con tristeza, sino con alegría y gratitud por el amor y por la obediencia de nuestro Salvador. Pues solamente por medio de la muerte del Cordero, el hombre tiene su alma libre de la esclavitud espiritual», agregó el obispo.
El Cordero
En la noche de la Santa Cena, el Señor Jesús sería el Cordero de Dios para la salvación de la humanidad. Por eso, Él tomó el pan y vino para mostrar la Obra de redención en la cruz e instituir la Santa Cena para la Iglesia. «El pan simboliza el cuerpo, que sería masacrado en sacrificio. Por otro lado, la copa que contenía el vino representaba Su Sangre, que sería derramada para el perdón de los pecados», explicó el obispo Macedo.
Renovación de la alianza: ¿es para todos?
Hasta hoy, esta celebración se realiza por los cristianos. La Santa Cena es un momento para recordar que Jesús sufrió humillaciones, dolores y la muerte a fin de salvar a los que Lo buscan. Para los cristianos, es un momento para renovar la alianza con el Altísimo y serle fiel a Él; es decir, en ella recordamos el compromiso entre Dios y nosotros.
No obstante, es necesario entender que esta ceremonia sagrada no puede celebrarse de cualquier forma. Participar de la Santa Cena es algo muy serio y debe practicarse con reverencia y, sobre todo, con conciencia. Pues todo aquel que participe con esta conciencia está haciendo un pacto con Dios.
Pero muchos todavía no entienden la importancia de esta ceremonia y participan de ella aun viviendo en pecado, sin la intención de abandonarlo, como si la práctica de las actitudes incorrectas fuera aceptable. Para aquellos que no comprenden esto, hay un mensaje:
«De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí.» (1 Corintios 11:27-29).
En cambio, quien desea formar parte del cuerpo de Cristo necesita asumir su fe, vivir en obediencia a Él y entregarle su vida. En el Evangelio de Juan, Jesús aclara esto al decir:
«Entonces Jesús les dijo: «En verdad les digo, que si no comen la carne del Hijo del Hombre y beben Su sangre, no tienen vida en ustedes. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. Porque Mi carne es verdadera comida, y Mi sangre es verdadera bebida. El que come Mi carne y bebe Mi sangre, permanece en Mí y Yo en él. Como el Padre que vive Me envió, y Yo vivo por el Padre, asimismo el que Me come, él también vivirá por Mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que los padres de ustedes comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre»» (Juan 6:53-58).
Como ya se dijo, esta ceremonia trae consigo renovación y fortaleza para todos los cristianos y para los que desean un cambio de vida. Sin embargo, es necesario recordar que «la Santa Cena se ofrece a todos, pero no está permitida para todos, es una ceremonia privada. Solamente es para los de la familia de Dios, para los que forman parte del cuerpo del Señor Jesús. Antes de participar de ella, es necesario examinarse y evaluar si está en condiciones para eso, nadie lo puede hacer por usted», enfatizó el obispo Macedo.
La Santa Cena del Señor
Es a causa de ese significado tan importante de este pasaje para el cristianismo que la Universal realiza la Santa Cena dos veces al mes en las reuniones de miércoles y domingo, que se enfocan en la renovación espiritual. Durante los encuentros, además de fortalecer la comunión con Dios, los miembros tienen la oportunidad de renovar sus votos con el Altísimo.
Te esperamos en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya. O bien, acude a la Universal más cercana a tu domicilio.
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