Tus reacciones hablan mucho de tu interior

¿Has notado que ciertos comportamientos tuyos pueden causar problemas en una relación? ¿Sabías que tus reacciones dicen mucho sobre tu interior? Por eso, el autoconocimiento es tan importante.

La forma en que reaccionas revela en qué crees y en quién confías. Es crucial que aprendas a poner atención a tus acciones para conocer tu verdadero ser. Cuando algo inesperado sucede y perturba nuestro equilibrio, nuestras reacciones no mienten. Por eso, es fundamental que prestes atención a la manera en cómo actúas.

Si pones atención, sabrás de dónde viene esa reacción. Pero solemos reaccionar primero y luego disculparnos. Las personas no prestan atención a sus propias reacciones. Aunque sea tan obvio que ellas hablan de nosotros, a la gente no le gusta reconocerlo.

Las personas tienden a no gustarles descubrir debilidades o áreas que necesitan mejorar en sí mismas, pero el mejor camino es enfrentar la realidad y solucionar el problema. Y la solución está en Dios. Él nos enseña a ser mejores.

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¿Cómo hacer un diagnóstico?

«Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto?» (Éxodo 3:11).

Esa reacción de Moisés mostró lo que él pensaba de sí mismo. Ella reveló lo que estaba en su interior. Hay situaciones que requieren que seamos fuertes. Estas situaciones y desafíos son formas en las que somos puestos a prueba y muestran lo que hay dentro de nosotros.

A veces nos confundimos. Puedes creer que eres una persona decidida, pero la idea de que todo tiene que ser a tu manera encubre un orgullo. Personas así no aceptan nada que no sea como ella quiere o piensa. Cuando le escondes a Dios quién eres, no confías en Él. Dios no tiene problema con nuestras fallas, porque Él quiere moldearlas. Pero tú debes verlas y exponerlas.

Dios conoce tus debilidades y tu vida, y todo lo que Él pide es que dejes de dar excusas y de esconderte detrás de tus razones.

Si continúas la lectura bíblica, más adelante verás que en Éxodo 33 Moisés deja de dar excusas y declara cuán importante es la presencia de Dios para él.

Conclusión

Si quieres la Tierra Prometida, primero valora la Presencia Prometida y lo que Dios prometió (que es estar contigo). Ten la misma reacción que Moisés tuvo. Si eso está dentro de ti, perfecto; pero si aún no está dentro de ti, sé sincero con Dios.

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