Opiniones del corazón

«Él que confía en su propio corazón es un necio, pero el que anda con sabiduría será librado.» (Proverbios 28:26).
La razón de la caída de mucha gente no es otra si no la necedad de confiar en las opiniones que su corazón da sobre sí mismo.
Pensamos que solo los incrédulos actúan por el corazón, pero eso no es verdad. Todas las locuras que hemos visto en el medio evangélico se originan de aquellos que confían en sus emociones, en su fuerza, en su justicia, en sus propios consejos y sentimientos.
Del corazón surge un amor desenfrenado por sus propios deseos, el deseo de ser tratado mejor, de tener una posición más alta, de mimar su carne…
Ahora bien, ¿realmente creemos en la Palabra que dice «engañoso es el corazón y desesperadamente perverso»? ¿Acaso no hemos visto más cristianos insensatos que sabios?
¿Más gente perdida que salva dentro de las iglesias?
Dejemos que nuestro propio testimonio de vida hable por cada uno de nosotros.
Por Núbia Siqueira
Para más contenido, haz clic aquí.
comentarios