Supere el dolor de la pérdida

No existe un luto fácil de enfrentar. El luto siempre será luto, ya sea por pérdidas repentinas o por aquellas en las que la persona estaba enferma y, consecuentemente, terminó muriendo.

Ante la muerte, varios sentimientos se abalanzan sobre la personas, sentimientos que van desde la culpa hasta la ira. Algunos incluso le guardan rencor a Dios, culpándolo por la muerte del ser querido.

Raphael Costa sabe bien qué es sentir semejante dolor. Él cuenta que perdió a su mamá en 2017. Después de su fallecimiento, empezó a sentir un vacío muy grande y diversas cuestiones se apoderaban de su mente. Inmediatamente después, empezó a beber y a estar horas y más horas en videojuegos.

Sin embargo, antes de morir, la madre de Raphael lo orientó a buscar a Dios, pues ella ya sabía de la necesidad de su hijo. Y no fue en vano. Llegó un momento en el que ya no aguantaba la situación en la que vivía. Hasta que las primeras palabras de fe tocaron su corazón y el vacío fue llenado por el Espíritu Santo.

Fe para enfrentar el dolor

La fe ayuda a cesar el dolor y, principalmente, a enfrentarlo. La fe conforta y acoge.  El obispo Renato Cardoso destaca que el luto puede ser por la muerte de un familiar o por cualquier otro tipo de pérdida.

“Usted está pasando por un luto, ya sea por la pérdida de un familiar, o tal vez, la pérdida de un amor, del empleo, de la empresa, de la inversión que hizo, usted perdió su autoestima. Ese luto le está consumiendo. Cualquier pérdida tiene un gran impacto emocional en la vida de una persona”, comentó el obispo.

Y continuó:

“El vacío que usted siente en el alma es del tamaño de Dios, y solo Él puede llenarlo”, dijo.

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Participe en la Escuela de la Fe Inteligente

Participe en la Escuela de la Fe Inteligente, que se lleva a cabo todos los miércoles en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya. . Los horarios son 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m. y, especialmente, a las 7 p. m.

En todas las Universal se está llevando a cabo el Ayuno de Daniel. Aproveche este momento para regresar a Dios. Participe en las reuniones que se están llevando a cabo diariamente. Encuentre la dirección de la sede más cercana a su domicilio.