¿Quieres ser feliz en el amor? El amor propio es la clave
Para sorpresa de algunos, la vida en pareja es el reflejo de la relación que cada persona tiene consigo misma. Por eso es necesario preocuparse y ocuparse primero por tu propio bienestar para así poder garantizar la felicidad en una relación.
El primer paso es reconocer tus dolores emocionales y buscar tratarlos, pues Dios trabaja de adentro hacia afuera. Aquel que se ama, respeta, valora, no busca llenarse con el amor, respeto y admiración de los demás. Sin embargo, la falta de amor propio permite que las personas se sometan y acepten muchas cosas que las desvaloriza, humilla y ofende.
Solo hay un camino
Más allá de reconocer el valor propio, para tener un matrimonio feliz y duradero es necesario que las dos personas estén llenas del Espíritu Santo.
Medita en: El tribunal de Cristo
El matrimonio es la unión de dos personas que se están proponiendo construir una vida juntos, que creen que serán felices y que juntos pueden más. Pero ¿cómo es posible que dos personas diferentes estén juntas y vivan bien? Solamente si estas personas tienen los mismos pensamientos, el mismo Espíritu que hace que se encajen, como piezas de un rompecabezas, todas las diferencias que puedan existir entre la pareja. Es necesario el mismo Espíritu entre los dos para que, entonces, el matrimonio esté basado en una vida correcta con Dios.
¿Cómo se puede mantener un matrimonio en un mundo en el que las personas están en contra de él? O, ¿ser fiel en un mundo en el que las personas promueven la traición? Y aún más, ¿cómo lograr evitar que las cosas malas de afuera entren a tu hogar, tu matrimonio, tu familia? Solamente el Espíritu Santo da esa protección.
Para revertir esa situación, primero es necesario que tanto el hombre como la mujer hagan a un lado la obsesión de cambiar a su pareja, y pasen a enfocarse en el Espíritu Santo.
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La persona que no logra tener control sobre sí misma, es como una casa sin puerta, sin ninguna protección, cualquiera entra ahí. Este es el motivo por el cual en muchas parejas hay prostitución, mentiras, infidelidades, pornografía y vicios. Porque en las relaciones las personas no se contienen, por eso, si quieres tener un matrimonio feliz y bendecido, tienes que estar lleno del Espíritu Santo.
Cuando uno está casado con la persona que no lo tiene, no puedes esperar de él o ella lo que tú sí tienes.
Encontrando la solución
Te invitamos este jueves a la reunión de la Terapia del Amor, para que, por medio de la fe, tu corazón esté abierto para dar y recibir amor.
«Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos» (Mateo 16:19).
No dejes de luchar por tu vida sentimental y familiar.
Te esperamos especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya; o en la Universal más próxima.
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