Privilegio sin medida
«Porque a ustedes se les ha concedido por amor de Cristo, no solo creer en Él, sino también sufrir por Él». (Filipenses 1:29).
Más allá del privilegio de ser contado entre los que creen en el Hijo de Dios, para el justo está la satisfacción y la honra de poder sacrificar su propia vida por Él, al beber de la copa de la salvación. Esa copa se refiere al sacrificio que se hace diariamente para seguirlo; no obstante, el sacrificio que Él hizo al dar Su propia vida por cada pecador fue infinitamente mayor.
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