Potencializando la fe

Es interesante notar cómo la fe Divina se manifiesta en la vida de una persona. Una vez, el Señor Jesús estuvo cerca del Templo con los discípulos. Y pasando, vio a un hombre ciego de nacimiento (Juan 9:1).

Primero, cabe señalar que el ciego en ningún momento expresó su deseo de ser sanado. Pero el Señor Jesús estaba allí para cambiar la mentalidad de todos, incluidos los discípulos. Como Él mismo había dicho, Su deseo era manifestar la obra de Dios en la humanidad. Él quiso darle luz a un mundo ciego en la oscuridad.

“Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.” (Juan 9:6-7).

El poder de la fe

Tal vez, usted se pregunte: “¿Por qué el Señor Jesús tuvo que escupir la tierra para sanar al ciego? ¿Por qué no lo sanó usando solo la palabra?”.

Sí, el Señor Jesús no necesitaba el lodo para realizar el milagro. Pero, ninguna acción del Hijo de Dios es realizada sin fundamento. Como lo señala el obispo Edir Macedo en el libro El Poder Sobrenatural de la Fe”: “Para procesar la sanidad de aquel hombre, tenía que haber un desprendimiento de su propia fe. Eso se realizó paulatinamente, a medida que él caminaba en dirección al tanque, en obediencia a la palabra recibida”.

A causa de la actitud de Cristo, la fe de aquel ciego fue despertada. Rápidamente, él se puso de pie y caminó hasta el estanque para lavarse.

El trayecto hasta el lugar no era fácil —aún más para alguien que no veía. El estanque se ubica en el valle de Tiropeón, en el extremo inferior del canal subterráneo de Ezequías. Para llegar hasta allá, es necesario caminar tierra abajo por más de 800 metros. Y el acceso al estanque es por medio de una escalera de 34 escalones.

Hoy en día, las personas pueden manifestar su fe de la misma manera que el ciego del tanque de Siloé. Tal vez, así como aquel hombre, su fe también está durmiendo. Pero actualmente usted tiene la oportunidad de despertarla y trasformar su vida completamente, manifestando la gloria de Dios.

¿Quiere saber cómo? Participe en las reuniones que se llevan a cabo diariamente en el Templo de los Milagros y en todas las Universal del país. La entrada es libre y los horarios varían según el día. Les esperamos.