Para quien se siente sin fe…

Hay momentos en la vida en los que todo parece perdido, te sientes sin fe ni esperanza, los problemas te sofocan y no ves una salida. Palabras como «échale ganas» no surten efecto, aunque en el fondo sabes que lo correcto es seguir adelante y no decaer, dudas, estás sin fuerzas y con ganas de tirar la toalla; te sientes cansado de fracasar pues, aunque lo intentas, todo te sale mal. 

En medio de la desesperación suele pasar que tus amigos y hasta familiares te abandonan, o bien, aparecen personas que, aprovechando la oportunidad, te ofrecen caminos fáciles; así, muchos terminan de destruir sus vidas, sumergiéndose en un pozo de dolor y amargura que parece no tener fin. 

Muchos incluso perciben que en su vida todo está muerto, porque nada da frutos, ni su trabajo, matrimonio, familia, ni su bienestar interior. Para donde miran la situación parece imposible de cambiar.

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Entonces, ¿cómo terminar con esa situación? 

En los momentos de oscuridad es necesaria una luz que guíe, esta es la Palabra de Dios y Su presencia, pues esto aumentará tu fe y te sustentará, porque ella nos ayuda a mantener la calma y la esperanza en medio de las dificultades y el dolor. En la Biblia encontramos muchas historias de personas en situaciones terribles e incluso algunas de ellas imposibles de vencer, pero justamente Su fe en el poder de Dios las ayudó no solo a atravesar el problema sino a vencerlo. En cada página queda el registro de que no hay nada que el Altísimo no pueda hacer.

Incluso está el registro de cuando Dios llevó al profeta Ezequiel a un valle de huesos secos, para mostrarle el poder de la Palabra y que para Dios no hay nada imposible, pues en medio de ese lugar el Señor le pidió que profetizara.

«Así dice el Señor Dios a estos huesos: “Voy a hacer que en ustedes entre espíritu, y vivirán. Y pondré tendones sobre ustedes, haré crecer carne sobre ustedes, los cubriré de piel y pondré espíritu en ustedes, y vivirán; y sabrán que Yo soy el Señor”». (Ezequiel 37:5-6).

Y así como se profetizó (se pronunció con fe la Palabra de Dios), se puso de pie un enorme ejército, es decir, en donde había muerte, hubo vida. Hoy no es diferente, podrán cambiar los nombres y las circunstancias, pero el actuar del Señor es el mismo. Quizás lees esto y piensas, «yo no tengo fe», «yo no puedo, me siento débil», a pesar de eso, si con honestidad abres tu corazón para Dios y le cuentas tu situación, Él te fortalecerá.

 ¿Te sientes sin fe? Pídesela y te la dará (lee Lucas 17:5). 

Reunión del Espíritu Santo

Este domingo 3 de septiembre, en todos los templos de la Universal se realizará una reunión para quien quiere alimentar su fe, ser lleno de la presencia de Dios, y está necesitando de un milagro.  Además, seguimos con el propósito de la Poderosa Novena, en el que, a través de tu fe, podrás ver la manifestación del poder de Dios en tu vida y la de tus seres queridos.

Te esperamos en la Reunión del Espíritu Santo a las 10 a. m. en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, o en la Universal más cercana.

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