Pacientes con migraña corren mayor riesgo de sufrir infartos
La migraña está asociada a un riesgo ocho veces más alto de accidente cerebrovascular
Investigadores del Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca, y la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, han descubierto que las migrañas se asocian a un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, y no solo de infartos sino también de otras dolencias como arritmias o tromboembolismos.
“Ahora tenemos muchas pruebas de que la migraña debe tomarse en serio como un fuerte marcador de riesgo cardiovascular”, apuntó Tobias Kurth uno de los investigadores. De acuerdo al estudio, la migraña está asociada a un riesgo ocho veces más alto de accidente cerebrovascular, y aproximadamente dos veces más alto de infarto de miocardio, tromboembolismo venoso, además de fibrilación auricular o aleteo auricular, en comparación con controles de la población general.
“Si consideramos que hasta 40% de las mujeres jóvenes sufren migrañas, podemos ver que esta enfermedad realmente tiene un impacto en la salud de la población”, agregaron los expertos. La migraña, enfermedad neurológica, caracterizada por un dolor de cabeza muy intenso y debilitante, afecta a entre 10 y 20 por ciento de la población, y es cuatro veces más común en mujeres que en hombres.
Ante esta situación, los investigadores, sugieren monitorear de cerca a las pacientes que sufren migraña con aura y ofrecerles tratamientos para modificar los factores de riesgo cardiovasculares.
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“¡Basta, quiero vivir sin más dolores de cabeza!, decía desesperada”
“La migraña me robaba toda posibilidad de ser una persona normal. Quizá haya quienes piensen que es una exageración, que solo es un dolor de cabeza, pero la verdad va más allá.
Los dolores eran tan intensos que la simple luz me molestaba y ni qué decir del ruido era como si algo dentro de mí explotara. Muchas veces quise frenar la molestia golpeándome en la cabecera de mi cama, ya que los medicamentos no eran suficientes para contrarrestar el mal. Incluso hubo momentos en los que perdí la visión.
Estaba desesperada, quería estar libre de esta maldita enfermedad, lo pedí con tal fe que ese día llegó cuando pisé por primera vez el Templo de los Milagros. Al asistir a una de sus reuniones, escuché decir que el Señor Jesús se había llevado nuestras enfermedades al ser crucificado.
‘Si eso es verdad, quiero estar libre de la migraña’, me dije. Creí en eso y le pedí a Dios con toda mi fe que me devolviera la salud, aunque de inmediato no tuve la respuesta, la lucha valió la pena conforme el tiempo pasó todo en mí se fue transformando. Cuando me di cuenta los dolores de cabeza ya no eran parte de mí.
Ahora soy libre de la migraña gracias a que usé mi fe y confié en el Médico de médicos: Dios”, Rocío Simerman.
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