Nada es impedimento cuando de ayudar se trata

Entre risas y alegría, agradecidos, los vecinos recibían sus despensas y sus libros.

“Ámense siempre los unos a los otros, como hermanos en Cristo. No se olviden de recibir bien a la gente que llegue a sus casas, pues de ese modo mucha gente, sin darse cuenta, ha recibido ángeles. Preocúpense por los hermanos que están en la cárcel y por los que han sido maltratados. Piensen cómo se sentirían ustedes si estuvieran en la misma situación” (Hebreos 13:1-3).

¿Cuántas veces has ayudado a un necesitado que pasa cerca de ti? Cierto es que las preocupaciones de la vida diaria nos alejan cada vez más de nuestra realidad, pero no podemos ignorar que hay gente afuera que sufre y pasa necesidades.

Afortunadamente, aún hay a quien no le importan las inclemencias del tiempo ni su condición financiera. Tal es el caso de los voluntarios de T-Ayudo, quienes realizaron un trabajo en una de las zonas con más población rural de la Delegación Cuajimalpa, en donde se distribuyeron de forma gratuita 1.9 toneladas de alimento y 200 libros para personas de la Colonia La Pila.

Asimismo, los integrantes animaron a las personas a creer en el Dios que tiene la facultad y el poder de transformar vidas.

Valió la pena mostrarles a los habitantes que ni en momentos así, el Señor los olvida.

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