Las puertas abiertas de una forma diferente

Las reuniones que se llevan a cabo los viernes en la Universal buscan la liberación de todos los males de aquellos que participan. En los encuentros más recientes, la propuesta adicional es que los caminos cerrados se abran por la fe. Descubre qué tiene que ver una rosa con esto…

Normalmente, asociamos el viernes como el día en que termina una semana más. Sin embargo, el final de esta puede ser oportuno para que una puerta se abra. Este es el deseo de muchas personas que enfrentan desafíos y no ven una solución; que arrastran una serie de problemas desde hace tiempo o están atrapadas en una vida monótona que les causa disgusto.

Necesitan encontrar una salida, pero ¿cómo liberarse de esta situación? Para ellas, todos los viernes, la Universal lleva a cabo un encuentro dedicado a la liberación espiritual de todos los males. Es conocida como la reunión de Viernes de Liberación.

Esta reunión es muy importante, pues lo primero que tiene que suceder en la vida de una persona que busca una relación con Dios es la liberación espiritual. Antes de que el Altísimo entre en su vida, es necesario que el mal sea arrancado. Este es el primer paso. Por eso, acudir con fe y perseverancia los viernes es fundamental.

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Limpieza interior

Desde hace varios viernes, la Universal dio inicio al propósito de la Rosa Consagrada con el aceite del Abre Caminos. El objetivo es determinar que, a través de la fe, las puertas se abran en la vida de quienes acuden a estos encuentros. Las referencias espirituales de este propósito están relacionadas con las Palabras del Señor Jesús sobre la iglesia de Filadelfia contenidas en Apocalipsis 3:7-8:

«Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre […]. Por tanto, he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar.»

Por esa razón, este es un propósito que alberga un considerable valor espiritual. La iglesia de Filadelfia fue aquella para la cual Jesús se identificó como Aquel que abre y nadie cierra, y que cierra y nadie abre. Muchas personas necesitan de esta autoridad espiritual en sus vidas, pues están enfrentando una batalla espiritual y, debido a esto, las puertas están cerradas. 

Incluso, en el libro de Cantares 2:1 está escrito: «Yo soy la rosa de Sarón», connotación espiritual que remite al Señor Jesús.

Y, al igual que Él en la cruz absorbió para Sí todas las maldiciones de la humanidad, se realizará una oración para consagrar la rosa para este propósito. Asimismo, cuando esta rosa sea colocada en el entorno al que la persona la llevará, absorberá todo lo negativo de ese ambiente, por la fe.

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Entonces, por un lado, la rosa simboliza al Señor Jesús; por otro, el aceite simboliza el Espíritu Santo, que trae la unción del propio Dios a la vida del ser humano. Y en las reuniones ungimos la rosa con este aceite para que, en el hogar de la persona, el Señor Jesús y el Espíritu de Dios puedan actuar.

¡Participa en este encuentro!

A todas las personas que enfrentan batallas espirituales y reconocen que están sobrecargadas espiritualmente, y también para aquellas que cargan una sensación de impotencia porque las puertas de sus vidas están cerradas y que, por más que luchan, nada cambia ni se resuelve. Es exactamente para estas personas que extendemos la invitación para que acudan este viernes 1 de diciembre a la Universal. ¡Y no olviden llevar una rosa de color amarillo!

Los esperamos, especialmente a las 7 p. m., en Av. Revolución núm. 253 col. Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo. Otros horarios: 7:30 a. m., 10 a. m. y 3 p. m.

Y si te encuentras en el interior de la República, localiza aquí la dirección de la Universal más cercana.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.