Insulina para tratar la diabetes: ¿sabes cuáles son sus tipos?

En 2021, México formó parte de la lista de los primeros 10 países con mayor número de diabéticos, según datos de la Federación Internacional de la Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés). Quedó en séptimo lugar detrás de China, India, Pakistán, Estados Unidos, Indonesia y Brasil.

A nivel nacional, miles pierden la vida por complicaciones ocasionadas por la diabetes. De hecho, un informe de Statista refiere que es la segunda causa de muerte.

Lo que alerta a las autoridades de la salud es que el número de casos no desciende, pues a medida que aumenta la edad de la población, también lo hace la cifra de diagnósticos. Esto, consecuentemente, lleva a muchos a recurrir a atención médica para cuidar su salud y tomar las medidas necesarias para aminorar el avance de la enfermedad.

Uno de los tratamientos más eficaces es la terapia con insulina. Pues precisamente la ausencia o disminución de esta hormona es la causa principal de dicho trastorno metabólico.

La insulina en el organismo nivela el azúcar en la sangre y permite que nuestras células reciban energía; de ese modo, para todos es posible llevar a cabo nuestras actividades cotidianas. Pero si el cuerpo no logra producir la cantidad suficiente, entonces, la diabetes empieza a desarrollarse.

Sin embargo, cabe señalar que el páncreas secreta insulina basal (que se produce a lo largo del día) y pulsátil (la cual surge cuando comemos).

Entonces, la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD) describe que, en el caso de quienes padecen diabetes tipo 1, no producen insulina en ninguno de estos casos. Por lo que su tratamiento requerirá imitar ambas secreciones.

Con respecto a quienes padecen diabetes tipo 2, puede que utilicen uno de los dos tipos o ambos.

Tipos de insulina

Considerando esto, existen diversos tipos de terapias con esta hormona, algunas son insulinas humanas y otras, análogas.

En el caso de las primeras, se obtiene de microorganismos manipulados como la Escherichia coli. En otras palabras, no se usan estas bacterias para producir una enfermedad, sino para que «fabriquen insulina». Según la AMD y la Federación Mexicana de Diabetes, las que actualmente existen en México son:

• Insulina NPH: su acción no dura las 24 horas al día, sino entre 10 y 19. Por ello, tiene que aplicarse 2 veces dentro de ese periodo.
• Insulina R: se usa para simular la secreción pulsátil cuando el paciente come. Su acción empieza 45 minutos después de haberse inyectado y dura entre 6 y 8 horas. Debido a que su proceso es lento, la persona con diabetes debe inyectarse entre 30 y 45 minutos antes de comer

Con respecto a las insulinas análogas, estas son cada vez más utilizadas debido a su acción rápida y porque el paciente corre menores riesgos de enfrentar un episodio hipoglucémico por el medicamento. Su fabricación se debe a un proceso de ingeniería genética y los que se encuentran disponibles en el país son:

• Insulinas de acción prolongada o intermedia:  tiene la misma función que la insulina NPH. Su acción puede ser dentro de las primeras 2 o 4 horas. Sin embargo, puede durar de 20 a 24 horas según el tipo de insulina modificada, que pueden ser glargina, detemir y degludec.
• Insulinas de acción ultrarrápida: debido a que su acción ocurre entre los primeros 5 y 15 minutos, debe inyectarse poco antes de comer. La duración de su efecto es entre 3 y 5 horas.

¿Y la fe?

Ante millones de casos y pérdidas a nivel mundial, la esperanza aún no puede morir.

Si ya no tienes fuerzas para enfrentar ese padecimiento crónico con el que has estado cargando durante mucho tiempo, no olvides recurrir también al poder de la fe.

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(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este medio, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican.

NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.