Ex satanista afirma que la oración es un obstáculo para los espíritus malignos

John Ramírez fue un hombre que durante 25 años sirvió a Satanás, incluso era conocido por familiares y amigos como: «el hijo de lucifer». Hoy, dedicado a llevar el evangelio de Cristo, Ramírez da a conocer la importancia de la oración en una guerra que no es humana y sí espiritual.

«Quiero que la gente sepa que hay una guerra espiritual, que no solo debe ser una defensiva, sino también una ofensiva. Necesitamos mantener al diablo en su lugar», dijo Jhon Ramírez en una entrevista hecha
por la CBN News.

Ramírez recordó que, en sus días al servicio de Satanás, se fortalecía cuando la gente dejaba de orar: «un lugar que no estaba blindado por oraciones, era territorio fácil de conquistar por espíritus malignos. No obstante, cuando los cristianos oraban juntos, me impedían ganar ese espacio para Satanás. No podía cumplir mi misión. Ellos tenían más poder; su fe en Dios les daba un dominio más grande que el mío».

Ante esto, el obispo Macedo explica: «Nadie está exento de problemas. La diferencia está en depender de Dios. Algunas situaciones que ya pasé en mi vida parecían irreversibles, pero la oración hizo que lo imposible sucediera. No olvide que existe una batalla constante entre la luz y las tinieblas y que solo el poder de la oración disipará el mal y moverá la poderosa mano de Dios.»

Si quieres aprender a hacer efectivo el poder de la oración, te invitamos a
participar este viernes en el Templo de los Milagros, en una reunión muy especial donde clamaremos a tu favor.

La cita es a las 7 de la noche en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya. Y en todas las Universal del país.

«[…]Manténganse en estado de alerta, y no se den por vencidos. En sus oraciones, pidan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios.» (Efesios 6:18)

«Deseaba que Dios me matara»

«No sé si era específicamente para mí o no, pero desde que encontré un trabajo de brujería en un árbol, mi vida no fue la misma: me despertaba sobresaltada a las 3 de la madrugada y escuchaba voces paranormales ¡pensé que me estaba volviendo loca! Con tal de encontrar calma, me salía de la casa sin importar la hora y el clima, pero mi paz duraba poco.

Alguien me recomendó buscar ayuda en el ocultismo, solo que eso me perjudicó más. “Sería mejor si Dios me quitara la vida”, pensaba. Pero, al encender la televisión, escuché el relato de unas personas que asistían a la Universal. Me pareció interesante, pero me rehusaba a ir… hasta que un día, una amiga me llevó.

Recuerdo que era un viernes, día en el que se hace la Sesión de Descarga Espiritual. Me gustó mucho ir, pues no solo salí más ligera espiritualmente
hablando, también pude dormir desde esa noche. La certeza de que algo bueno comenzaría a pasar no se me quitaba de la cabeza.

Perseverando, dejé de oír voces raras, salí de la depresión, ya no tengo insomnio y esa brujería ya no me hizo daño.

Actualmente, soy una mujer fuerte, decidida, emprendedora. Ir a la Universal ha sido una bendición. Me cambió la vida.» -Elsa Alarcón

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