«En mi vida el sufrimiento era algo natural»

«En mi vida y la de mi familia el sufrimiento era parte de nosotros. Aunque básicamente habíamos vivido con problemas económicos, enfermedades y, por mi parte, con depresión, las cosas no mejoraron por la brujería. 

Habíamos sido víctima de este mal de parte de algunos familiares que la practicaban. Encontrábamos trabajos enterrados en mi casa y en la puerta luego había huevos rotos, además de otros elementos. 

Uno de mis hermanos enfermó gravemente de insuficiencia renal y a mi mamá le detectaron diabetes. Esto causo que viviéramos con lo mínimo, teníamos que contar los centavos para comprar algo, ya que los remedios de mi hermano eran muy caros. Llegamos a endeudarnos por todos lados, creo que el valor ascendía a más de 400 mil pesos. Pagábamos una deuda y pedíamos otro préstamo para pagar la mitad del otro y seguir solventando los gastos. 

Siempre venían los acreedores a la casa y nos llegaron documentos que nos decían que nos iban a embargar. Pasábamos vergüenza con los vecinos porque todo el mundo sabía que debíamos. 

Por dentro estaba devastada. Sufrí mucho en la vida amorosa porque mi expareja intentó matarme. Duramos alrededor de 6 años y nos íbamos a casar, pero hubo infidelidad de su parte y me maltrataba mucho verbalmente. Yo seguía con él porque creí que yo no merecía algo mejor. Mi autoestima estaba muy baja y tenía muchos complejos. 

Me hundí más en la depresión cuando terminamos la relación. Ahí fue cuando intenté quitarme la vida por primera vez. Volví a intentarlo cuando mi hermano empeoró de salud. Creía que ya no había salida, que no vivir era la solución más rápida y menos dolorosa que seguir sufriendo de esta manera. 

Intentamos de todo, incluso yendo con brujos, pero no había ningún camio, no encontrábamos paz ni en mi familia ni yo como persona. En el día estaba enojada y mis cambios de humor eran constantes. Solo lloraba en las noches cuando estaba en mi cuarto. Aunque solo intenté suicidarme en 2 ocasiones, los pensamientos de suicidio eran constantes. También escuchaba que me hablaban, veía sombras, sentía una presencia en mi habitación y se me subía el muerto. Todo el tiempo era tener miedos en las noches. La depresión era tan fuerte que a veces no quería pararme para ir a trabajar. 

Aunque conocimos la Universal por medio de la TV, mi mamá y mi hermana fueron las primeras en llegar ahí. Al ver cambios, empecé a ir. Desde el primer día, lo primero que vi fue la atención que las personas de la iglesia tuvieron hacia nosotros. Como éramos rechazados, me sorprendió que nos atendieran bien. 

Al salir ese primer día, pude dormir bien. Ya no tenía insomnio, fui perseverando y la depresión se acabó la depresión por medio de mi fe. 

Los milagros empezaron a suceder: mi mamá y mi hermano sanaron, la economía fue transformada paulatinamente. Después de tener un encuentro con Dios, mis complejos terminaron. Estamos libres de las brujerías y de todos los males. Me siento bien, vivo tranquila y ya no dependo de una persona para ser feliz y que me haga sentirme bien. Pudimos pagar la deuda, he tenido oportunidad de viajar a Brasil para conocer el Templo de Salomón y ahora, gracias a Dios, trabajo en una empresa internacional, donde a pesar de que no tengo una licenciatura, cuando me postulé, me eligieron a mí. No tengo complejos, mi carácter cambió y, con el Espíritu Santo, nació en mí el deseo de ayudar a las personas.» -Alma Berenice Cruz López 

Viernes de Liberación

Ya sea por medio de un trabajo de brujería, miedos inexplicables, terror nocturno, entre otros, el mal se manifiesta y actúa en la vida de las personas destruyendo su interior o incluso todo lo que le rodea.

Pero, por medio del poder de la fe, es posible vencerlo.

Determine este viernes, en la reunión de Liberación Espiritual, el fin de la acción de toda fuerza maligna.

Te esperamos a las 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 3 p. m. y 7 p. m. en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O bien en la Universal más cerca de ti.

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