El Día de la Última Lágrima
En ocasiones, la vida te presenta problemas que sobrepasan tu capacidad para resolverlos; luchas con lo que puedes para darle una solución, para presentarle tu mejor cara a las circunstancias, pero ya no puedes más. Se te agotó la fuerza… Sin querer, sin poderlo detener, el llanto corre por tu rostro.
Hay muchas situaciones que quizá te han hecho llorar: una enfermedad sin cura, un hijo vicioso, la falta de dinero, humillaciones, una ruptura amorosa, la depresión, la desunión familiar, el vacío interno, la muerte de un ser querido, la indiferencia de los que te rodean, una vida que para ti ya no tiene sentido…
¿Cuántas veces el llanto ha sido incontrolable? ¿Habrá alguien capaz de darte calma, de ayudarte y limpiar tus lágrimas de angustia, de dolor, de impotencia, de desconsuelo? ¡Sí, sí lo hay! Dios puede ser la luz que tanto has buscado, Él tiene el Poder para cambiar tu historia.
¡Basta de seguir llorando! Mereces ser feliz y Él está dispuesto a consolarte, a darte las herramientas de fe necesarias para que la dicha llegue a ti. Su promesa es clara cuando dice: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).
“Nosotros fuimos llamados para ayudar al oprimido, para acercarlo al Todopoderoso, porque no es voluntad de Dios que los suyos sufran. El llanto, las lágrimas y la opresión van a llegar a su fin. Esa humillación que sufre hoy va a ter-minar cuando se atreva a invocar al Altísimo y someta su vida a Él”, aseguró el obispo Edir Macedo.
Créelo, si usas la fe, las lágrimas que ahora derramas por tristeza pueden convertirse en lágrimas de felicidad. Este domingo 31 de marzo a las 9:30 a. m., llevaremos a cabo el Día de la Última Lágrima. Durante la reunión, realizaremos un clamor muy especial para que tengas un encuentro con Dios, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya.
“… Dios está contigo y con Su poder te salvará…” (Sofonías 3:17).
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