Cyberbullying: donde el dolor se vuelve real

El cyberbullying, es decir, el bullying a través de dispositivos digitales, ha sido uno de los grandes responsables en el aumento de casos de humillación, intimidación y acosos online. El INEGI, señala que, hasta el 2021, el 21.7 % de los usuarios de internet en México sufrió ciberacoso. En una investigación realizada por PEW Research, en Estados Unidos, más de la mitad (59 %) de los jóvenes y adolescentes usuarios de redes sociales, afirman haber sido víctimas de cyberbullying.

Por su parte, la ONU señala que «la juventud es el sector de la población que pasa más tiempo conectado a la red. Se calcula que el 71% de las personas de entre 15 y 24 años utilizan internet, frente a solo el 57% de los demás grupos de edad.».

Este aumento al acceso a las redes sociales y plataformas online, más allá de los beneficios que han proporcionado, abrió paso a casos de ataques y agresiones virtuales, que han sido cada vez más constantes y presentes entre los usuarios, principalmente entre los jóvenes y adolescentes. Estas agresiones pueden ocasionar serios problemas psicológicos como depresión, ansiedad y síndrome de pánico.

Críticas a la apariencia física, amenazas, insultos y burlas son algunas de las características del cyberbullying. Y, lo que para muchos es visto como actitudes inofensivas del mundo digital, pueden terminar en marcas y heridas reales en la vida de quien las sufre, como, complejos, aislamiento y, en casos más graves, como depresión, ansiedad, síndromes y automutilación, hasta llegar al suicidio.

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¿Qué se puede hacer?

En un ambiente tan extenso como el internet es válido decir que todos estamos vulnerables a los llamados haters (personas que practican el cyberbullying), pero existen medios para evitar que esto suceda con frecuencia:

• Evitar la exposición excesiva en las redes sociales
• Ignorar y bloquear al agresor
• No enviar contenidos íntimos ni comprometedores
• En caso de sufrir humillaciones, insultos, amenazas y calumnias, ¡denúncialo!
• Busca ayuda y cuéntale a alguien de confianza lo que te ocurrió, no te quedes callado(a)

Ayudando sin juzgar

Pensando en aquellos que sufren con las marcas y consecuencias de los ataques como los descritos arriba, en la FJU, desarrolla un trabajo para mostrar que es posible dejar ese pasado atrás y recomenzar. A través de acciones, proyectos deportivos y culturales, y platicas semanales, realizados cada semana en todo el país, el grupo de voluntarios ha contribuido que un mensaje de esperanza llegue a miles de jóvenes que pasan por problemas como depresión y automutilación.

Aliándote a la fe

Además, si tú o tu familiar tienen depresión y/o te identificaste con lo descrito arriba, te invitamos a participar en la reunión Vida a Colores, todos los domingos a las 3 p. m., en el Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe podrás superar la depresión.  

También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio. 

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso

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