Ansiedad: los niños también pueden padecerla
Un trastorno que no distingue de edades
Aunque para muchas personas la ansiedad es un trastorno exclusivo de los adultos, en realidad, existen muchas razones por las que un menor de edad puede sentir ansiedad.
Entre los factores que pueden desencadenar este padecimiento se encuentran:
- Presenciar peleas en la familia
- Situación de acoso
- Separación de los padres
- Cambio de casa
- Bullying
- Confinamiento
- Exceso de redes sociales/pantallas
Entre los síntomas comunes de un niño con ansiedad, según expertos, se encuentran las alteraciones del sueño. Es decir, el menor tiene problemas para dormir.
Incluso puede presentar pérdida del apetito y desarrollar miedos desproporcionados, o fobias. Por ejemplo, temor a que los padres no vuelvan a casa o fallezcan, o a ir al colegio.
Otra señal es el llanto desconsolado en niños muy pequeños, inquietud motriz, irritabilidad, dificultad para concentrarse y angustia.
En algunos casos se pueden presentar retrocesos en su desarrollo, como orinar la cama cuando ya había dejado de hacerlo.
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Ansiedad: un problema espiritual
De acuerdo con el obispo Macedo, tanto la depresión como la ansiedad son un mal del alma. «Trae consigo miedos, inquietudes, ansiedades y preocupaciones sin fin. ¿Quién puede sanar el alma sino el Espíritu del salvador?».
Si el espíritu está mal, todo va mal. La familia debe cumplir la función de proteger, cuidar y educar a los niños emocionalmente y, sobre todo, espiritualmente, para que no formen parte de estas estadísticas, que sirven para alertar a la población de que aún hay tiempo para buscar la transformación y el cambio necesarios.
Por eso, la Universal realiza reuniones en las que se te puede brindar orientación espiritual. No dudes en buscar la Universal más cercana a tu domicilio.
En nuestro canal de YouTube también puedes conocer historias de quienes vencieron esta enfermedad que aflige el alma.
(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.
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