Bendición o maldición, ¿qué deseas ser?

Cada uno sólo puede ofrecer lo que tiene. Quien es bendición no logra producir maldición, quien es maldición no logra producir bendición. Un árbol sólo puede dar un determinado fruto. No es posible que de una fuente salga agua dulce y agua salada.

Hasta ahora, ¿has sido una fuente de qué? ¿Qué le has ofrecido a tu pareja? ¿Qué le has brindado a tus hijos? Hay gente que lastima a los de-más con lo que expresa, con lo que habla, las actitudes que ellas toman entristecen, molestan y acaban maldiciendo. Ejemplo de ello es una madre que maldice a sus hijos.

El soltero cuando es una bendición pronto identifica si aquella persona que conoció o está observando es la persona correcta.

Quien es bendición, está en su naturaleza bendecir, bendice con lo que habla, con su ejemplo, incluso cuando se equivoca, bendice. Para quien desea ser feliz en el amor, el foco no puede ser sólo casarse, sino convertirse en esa bendición.

La Hoguera Santa es la gran oportunidad para aquellos que quieren ser transformados en la propia bendición y la única manera de que esto suceda es recibiendo el Espíritu Santo que es el Espíritu del Amor.

«En la Hoguera Santa le puse fin a mi historia de decepciones amorosas»

“En mi historia amorosa había dos fracasos matrimoniales. En mi primer matrimonio predominaron los celos, el maltrato, la mala comunicación y terminamos separándonos. Me quedé con mis dos hijos.

Más tarde, encontré a otra persona, pero la historia fue peor aún. Buscando la realización personal, establecí una empresa. En un principio, todo iba bien, pero de buenas a primeras, perdí todo. Fue terrible, estaba sin un peso en el bolsillo junto a mi pequeña de un año y no tenía ni para darle de comer, eso me hundió en una depresión tan fuerte que, incluso, intenté quitarme la vida en siete ocasiones. Pastillas, enterrarme un cuchillo, aventarme al Metro, eran varias las maneras en las que pensaba matarme.

Sin embargo, estando a punto de aventarme a las vías del Metro, me hablaron de Dios y de las maravillas que Él hace. Acudí a las reuniones del Centro de Ayuda Universal y escuché sobre la Hoguera Santa, la oportunidad para transformar mi vida.

Desde la primera vez que participé, tuve resultados. Solo que me enfoqué mucho en lo material descuidando la parte espiritual y me enfermé de esquizofrenia. Cuando padecí eso, comprendí que necesitaba al Espíritu Santo, así que sacrifiqué para tenerlo en mi vida y lo logré, entonces en mi interior hubo una fuerza que nunca había tenido. De hecho, hasta la enfermedad se fue.

A partir de ese momento, llegaron bendiciones que ya no contemplaba, pues conocí a un hombre de Dios con quien tengo el matrimonio que siempre soñé.

Hoy comprendo que cuando Dios bendice, lo hace completamente y que no hay bendición más grande que tener al Espíritu Santo dentro de uno”, Elvira Benítez.

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