Aborto espontáneo: un problema que afecta a nivel físico y mental

Si bien no hay datos oficiales en México, instituciones oficiales de medicina de Estados Unidos refieren que entre el 10 y 20 % de los embarazos finalizan en aborto espontáneo. No obstante, estiman que los índices pueden ser mayores, ya que ocurren de manera temprana, incluso sin saber siquiera del embarazo.

Una vez que este incidente ocurre, los especialistas procuran brindarles los cuidados físicos pertinentes a las mujeres; pero la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) destaca que también es importante atender la parte emocional, pues hay estudios que refieren que entre el 30 y 50 % de ellas presentan ansiedad y, entre el 10 y 15 %, depresión, las cuales pueden durar hasta 4 meses. Por otra parte, 1 de cada 4 mujeres presentan síntomas de estrés postraumático, tales como pesadillas, recuerdos retrospectivos y revivir sentimientos relacionados con la pérdida; también algunas evitan contacto con conocidas embarazadas para evitar todo lo que les recuerde al aborto.

¿Qué es el aborto espontáneo?

Es la pérdida del embarazo antes de cumplir la semana 20. Este término se usa para englobar que la gestación del feto no llegó a término sin desarrollarse como debería ser.

El 50 % de este tipo de aborto ocurre al azar por problemas cromosómicos durante el periodo de crecimiento del embrión. Cabe señalar que los problemas hereditarios no tienen relación con este tipo de problema.

Por otra parte, la edad y la salud de la madre puede influenciar en el aumento de probabilidades de enfrentar esta pérdida.

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Factores de riesgo

• La edad: las mujeres mayores de 35 años tienen un riesgo del 20 % de enfrentar esta mala experiencia y, a medida que la edad avanza, la cifra aumenta. Cuando se es mayor de 45 años, el riesgo incrementa a 80 %.
• Quienes han tenido abortos espontáneos previos, tienen más posibilidades de tener que pasar por lo mismo.
• Como ya se dijo, tener ciertos padecimientos puede afectar el desarrollo del feto. La diabetes no controlada o muy avanzada, enfermedad de la tiroides, problemas hormonales, por ejemplo, son algunos de ellos.
• Deformaciones en el aparato reproductor: tejidos débiles en el útero, miomas, entre otros, también se suman a la lista.
• Incompatibilidad en Rh sanguíneo: cuando la madre tiene Rh negativo y el feto Rh positivo.
• Consumo de tabaco, alcohol y drogas: consumir estas sustancias aumenta las probabilidades.
• Tener bajo peso o sobrepeso también afecta en este aspecto.
• Realizarse pruebas invasivas: las pruebas genéticas son algunas de ellas, ya que implican extraer muestras que ponen en riesgo al feto.

Las instituciones de salud señalan que siempre se puede prevenir un aborto espontáneo. Por ello es importante que la madre cuide su salud y la de su bebé. También es esencial acudir regularmente a las consultas.

En caso de calambres en el abdomen o región lumbar, además de sangrado o tejido vaginal, recurre de inmediato a tu centro de atención hospitalaria. En caso de haber secretado tejido, ponlo en un recipiente y llévalo para que sea examinado.

Reunión de Sanidad

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Fuentes:

Mayo Clinic, Figo, Medline Plus, MSD Manuals