«Ya hasta trabajaba alcoholizado»
«No podía dejar el alcohol, ese vicio me destruyó por completo. Incluso, llegué a trabajar en estado de ebriedad y mis compañeros decían que iba a morir ahí, no solo por un incidente, sino porque tenía cirrosis. Pero no cambiaba y eso provocó que mi relación amorosa se terminara, quedé desempleado, no tenía para comer y vivía en la miseria total. Lo que me hizo tocar fondo fue un intento de suicidio. Mis padres fueron los que comenzaron a luchar por mí en la Universal, su fe rindió fruto porque, cuando decidí ir, empecé a dejar de tener miedo e inseguridad, y comencé a tener paz. Desde entonces, tuve certeza de que Dios es la solución.
Las cosas dieron un giro total cuando decidí hacer un desafío de fe con Él. No fue algo sencillo, pero creí que realmente me iba a sanar. Más adelante el milagro ocurrió: Dios me sanó de la cirrosis y dejé de tener el vicio del alcohol. Posteriormente, luché por mi economía y por mi bendición en el amor, pues conocí a mi actual esposa. Aunque puedan surgir dificultades, sé que con Dios puedo vencer.» -Gabriel Hernández
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.
En las sedes estatales, el horario es a las 3 p. m. Solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
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