Violencia en el noviazgo: no seas parte de las estadísticas 

Cuando se empieza una relación amorosa, lo normal es desear estar con esa persona todo el tiempo, además de buscar el romanticismo en cada momento. No obstante, para millones de mujeres la historia no es color de rosa, pues cifras del año 2021 revelan que 736 millones de mujeres en el mundo han sufrido violencia en el noviazgo. Y según datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas, una de cada tres mujeres la padecen. 

Entendemos por violencia en el noviazgo toda dominación o control mediante conductas abusivas a través de una agresión física, psicológica, económica o sexual. Estas pueden ser desde un comentario ofensivo, mentir, celos excesivos, jalones de cabello, mordidas, manoseos, quitarles su dinero e incluso una violación. 

Esto era lo que vivía Karen Bautista, quien con solo 18 años tuvo que pasar por esa situación: «durante los primeros 3 meses él me trató bien, me cuidaba y me hablaba bonito, pero al pasar el tiempo se volvió muy posesivo, me llamaba cada 15 minutos, controlaba cómo me vestía y me prohibía juntarme con ciertas amistades», comentó. 

La psicóloga Lilia Licea Solano refiere que una de las principales características de la persona que ejerce el maltrato es que no quiere que la víctima se separe de él y por ello empieza a meterse y querer controlar todas las áreas de su vida.  A pesar de que Karen veía las señales, ella pensaba que él realmente la quería y por eso la estaba cuidando. «Él me decía: “tú eres mía y nadie puede voltear a verte”. Pero al pasar el tiempo ya no aguantaba que me controlara tanto, e incluso ya no dormía por estar hablando con él, aun así, no quería dejarlo porque yo decía que lo amaba. 

Al año intenté dejarlo por primera vez, pero me amenazó diciendo: “Si tú no eres para mí, no eres para nadie y si me dejas yo me mato”. Sus palabras fueron muy fuertes, pues pensé: “No lo puedo dejar porque voy a cargar con su muerte; tengo que seguir con él porque me ama”. Todo esto llegó al grado de que él se cortaba las venas y me mandaba fotos. Por todo eso empecé a sufrir de depresión, me refugié en los vicios, malas amistades y comencé a cortarme los brazos y las piernas. Me sentía vacía, que no era querida. Por eso tuve tres intentos de suicidio, decía: “Bueno, él quiere matarse, yo también; si yo me muero, él ya no va a poder matarse. Mejor yo cargo con mi muerte a yo cargar con la de él”. Pero, mi mamá siempre llegaba cuando quería quitarme la vida», relató. 

Unas de las señales más comunes de violencia emocional en el noviazgo, son el chantaje, castigos, amenazas, gritos, prohibiciones, humillaciones, intimidación e insultos con el fin de someter y manipular a su pareja. 

«La última vez que lo dejé, tuvo una sobredosis y estuvo en el hospital, fue en ese momento que me alejé y no volví a saber nada más de él. A partir de ahí, recibí orientación del Godllywood Autoayuda, aprendí a amarme, a reconocer que tenía valor. A quienes están pasando por eso, no se queden calladas, no permitan que nadie les robe su valor», finalizó. 

Hay esperanza

Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.

También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.

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