“Una vez que participé en la Hoguera Santa, supe qué era ser feliz”

“Después de que descubrí la infidelidad de mi esposo, tuve una gran depresión. Además, empecé a sentir que me perseguían, veía bultos y escucha voces que me decían que me quitara la vida.

Con mi esposo la relación era muy mala y buscamos ayuda en casas de limpias sin obtener resultados. Económicamente nos iba muy mal, pues teníamos una deuda que ascendía a los doscientos mil pesos.

Adquirí el vicio del cigarro, adicción que me generó otros males físicos como gastritis y colitis, además de otros padecimientos que me afectaban seriamente como la osteoartritis y un tumor en la matriz. Me decía a mí misma: ‘¡lo único que quiero es morir!’.

Llegué al Centro De Ayuda Universal en una época en la que estaba la Hoguera Santa, no tuve dudas en participar y sacrificar, pues realmente anhelaba otra vida. Poco a poco, todo se fue solucionando, dejé atrás las enfermedades, la falta de dinero y el vicio. Después, pude pagar las deudas, el matrimonio dejó de ser conflictivo y todo se restauró.

Fuimos de fe en fe y así obtuvimos una casa y diversos negocios, pero no era suficiente porque en mi interior seguía mal, ya que del todo no perdonaba a mi esposo y mi carácter era muy fuerte. Entonces, busqué al Espíritu Santo, hice un sacrificio perfecto y fue precioso recibirlo.

Mi carácter se transformó de manera impresionante, pude perdonar, me volví alegre, segura de mí misma. Hoy sé que no hay cosa que no pueda lograr, porque ahora cuento con el respaldo que solo el Espíritu Santo puede dar”, Rosa M. Morales.