Tradicional o moderna: ¿qué tipo de esposa eres?
Identifica tu perfil de esposa y cuáles son los impactos que cada comportamiento puede causar en tu vida conyugal
¿Sabes qué es Tradwives? Se trata de un movimiento femenino que va en contra de la corriente feminista y ha crecido cada vez más en las redes sociales. El Tradwives defiende el papel de la esposa tradicional (la que cuida el hogar, el marido y a sus hijos), la típica mujer de la década de los 50.
La inglesa Alena Kete Pettitt forma parte de ese grupo de esposas. Ella confiesa que debido a la imposición cultural ya fue el tipo de mujer que busca una carrera exitosa. Sin embargo, nunca se sintió cómoda desempeñando ese papel. Así que, cuando se casó, decidió cuidar exclusivamente su hogar.
Según Alena, ser una esposa tradicional es «ser feliz siendo sumisa con su marido, es invertir en su marido, en su familia e inspirarlos a ser mejores personas. Es algo totalmente altruista», define.
Alena no condena a la mujer que quiere ser independiente profesionalmente, pues se trata de una elección, pero resalta que la suya también debe ser respetada.
Curiosamente, una investigación realizada en Noruega demostró que el índice de divorcios era 50 % mayor en las parejas que se dividen las tareas domésticas que entre las parejas en las que la mujer hace la mayor parte de las actividades. Es decir, los matrimonios en los que la esposa ejerce el papel tradicional tienden a durar más.
Sumisión inteligente
No obstante, para Thomas Hansen, coautor de dicha investigación, el mayor problema está en los valores que las parejas modernas tienen y no necesariamente en la división de tareas. Cuando los papeles dentro de la relación no son claros, la probabilidad de que haya malentendidos es mucho mayor.
La escritora, presentadora, conferencista y creadora del movimiento Godllywood, Cristiane Cardoso, que es especialista en relaciones de pareja, también comparte esa idea. Para Cristiane, cuando no hay sumisión por parte de la mujer en el matrimonio, los papeles se desordenan. De esa forma, el marido y la esposa no saben ejercer el papel que les corresponde y ahí es donde surgen los problemas.
«Yo decido que mi marido esté al frente de nuestro matrimonio y, por el hecho de que yo hago eso, raramente él hace cualquier cosa en contra de mi voluntad. Él se siente tan valorado por mí que quiere hacerme feliz. Por lo tanto, él me respeta y me valora a mí y a mis opiniones.
Es un intercambio y no una esclavitud. Cuando la mujer pone a su marido en el papel que le corresponde, él también la pone en el que le corresponde. No porque me someto a él significa que él hace lo que quiere conmigo. Por el contrario: porque yo me someto a él, él insiste en complacerme», dijo.
No se trata de una sumisión ciega, sino inteligente. «Yo nunca me sometería a él si me estuviera haciendo daño, porque también me amo y me respeto. La sumisión es inteligente», explica la escritora. El hecho de que la mujer ejerza su papel de esposa, madre y ama de casa no significa que eso la rebaje o la anule. A final de cuentas, la mujer tiene el poder, la habilidad y la capacidad de ser excelente profesional y muy exitosa sin tener que menospreciar el papel de auxiliar que le fue otorgado por Dios.
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