TDAH: más que solo niños latosos

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo, que se presume fue observado por primera vez desde 1798, por Alexander Crichton, denominándola «inquietud mental», pero en 1980 se acuñó el término «Trastorno por Déficit de Atención» (TDA).

En México más de 1 millón y medio de niños tienen TDAH, y, pese al aumento en el diagnóstico oportuno, muchos aún crecen sin un tratamiento adecuado, lo que las lleva a la difícil tarea de tener que aprender a convivir con ello,  incluso en la edad adulta, o ni siquiera saben que tienen este trastorno.

¿Qué dice la ciencia?

La revista científica The Lancet Psychiatry publicó el mayor estudio en el mundo, sobre el TDAH con imágenes cerebrales. Este proyecto fue coordinado por el psiquiatra Martine Hoogman, él contó con la participación de 83 especialistas de todo el mundo. Los científicos recolectaron las resonancias magnéticas de 3242 personas entre los 3 años de edad y los 63 años, de entre los cuales, 1713 eran pacientes con TDAH.

Los resultados mostraron que, en comparación con las personas sin TDAH, los portadores del trastorno sí tienen diferencias cerebrales significativas, especialmente durante la infancia y la adolescencia.

Por ejemplo, estructuras como la amígdala cerebral, el núcleo accumbens (conocido como «centro del placer») y el hipocampo, responsable por la regulación de las emociones, la motivación y del sistema de recompensa, son menores en los pacientes con TDAH. De ahí las diferencias conductuales que presentan, pues se sabe que el trastorno actúa especialmente en las áreas del cerebro que están ligadas a la atención, la impulsividad y al comportamiento hiperactivo, lo que hace que no tengan control absoluto sobre sus actos.

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Síntomas principales

• Olvidan frecuentemente las cosas
• Confusión y cansancio mental
• Procrastinación
• Frecuentemente se atrasan, ya sea realizando una actividad o para llegar a una cita
• Dificultad para prever el tiempo que les tomará una actividad
• Problemas emocionales
• Indecisión para saber en qué enfocarse
• Dificultades para mantener la mente organizada durante una conversación
• Impulsividad
• Problemas de ubicación espacial (se pierden fácilmente)

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TDAH, la depresión y ansiedad

Una de las características más significativas es que tienen dificultades para comenzar actividades o para desempeñar tareas por largos periodos, porque les cuesta trabajo poner atención y/o no pueden estar haciendo una sola cosa; es por eso que tienen dificultades para seguir indicaciones, causándoles problemas en los entornos en los que se supone deben desarrollarse.

Por ello, muchas de las personas con TDAH se ven afectadas psicológicamente porque se sienten incapaces, afectando profundamente su confianza para realizar sus actividades, pues sienten que cometerán muchos errores al recordar dificultades pasadas, generándoles ansiedad.

Muchas personas con este padecimiento padecen depresión debido a las dificultades que pasan para desarrollarse en el día a día, por ejemplo, en la etapa adulta, genera grandes conflictos en su ambiente de trabajo.

Si bien el TDAH no genera depresión, es frecuente por las consecuencias o dificultades generadas con el trastorno, haciendo que sean más propensos a desarrollar depresión, pues muchas veces se sienten incomprendidos. De ahí que el diagnóstico es importante, porque de ese modo se puede conocer y desarrollar herramientas y hábitos que ayuden a la persona a convivir con el TDAH. Cuanto más pronto sea el diagnóstico, mejor será la manera de lidiar con las situaciones que se le presenten.

Si tienes depresión y/o te identificaste con lo descrito arriba, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar la depresión.

También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.

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