Que la rutina no ahogue tu vida familiar

Cuando hablamos de rutina, normalmente se asocia a la vida en pareja, pero esto también puede ser visto en la vida familiar. Y, como en toda relación, los detalles cuentan mucho más de lo que alguien se puede imaginar, pues determinan el ambiente y la cercanía de los involucrados, por ello es bueno poner atención a los hábitos que ya son normales en casa porque, como todo en la vida, hay aquellos que son positivos y otros negativos.

Incluso, un detalle que la mayoría pasa por alto es que hay comportamientos que son aprendidos desde la infancia o en experiencias previas a la formación de ese hogar que, desafortunadamente, terminan siendo parte de la familia. Un ejemplo de esto son los patrones repetidos, como, por ejemplo, aquel padre que nunca recibió expresiones físicas de afecto de sus padres, y por eso ahora no besa o abraza a sus hijos porque eso fue lo que aprendió; también está la madre que golpea a sus hijos porque así la educaron a ella; o el hijo que le grita a su mamá porque eso aprendió de su papá, etc. Estas son algunas muestras de lo que las experiencias pasadas pueden causar en la vida de una persona.

Asimismo, en los tiempos tan ajetreados y lleno de distracciones en los que vivimos es común que los miembros de las familias, aun viviendo bajo el mismo techo, sean completos desconocidos; algunas prácticas negativas que fomentan esto son:

•Estar juntos pero cada quien en el celular

•Llegar a casa y no saludarse

•Nunca comer juntos

•Cuando están en casa hay poca interacción porque cada quien está en su cuarto

•Cada quien se va por su lado en fechas importantes

•Ocultarse cosas

•Pelear cada que quieren hablar de un tema

•Falta de muestras de afecto

La mayoría de las personas van permitiendo este tipo de hábitos que, sin darse cuenta, están fracturando a su familia. Por ello, los especialistas recomiendan fijar una rutina saludable, en la que pasen tiempo de calidad, además de interesarse en los gustos y actividades cotidianas de los otros integrantes.

Asimismo, la guía y dirección divina es fundamental, pues Dios es la expresión máxima de amor, y qué mejor que aprender directamente de Él a cuidar de tus seres queridos.

Terapia del Amor

Tener una vida familiar bendecida es posible de la mano de Dios.

Participa este jueves 28 de septiembre en la reunión de la Terapia del Amor, especialmente a las 7 p. m. en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. También puedes buscarnos en la Universal más cercana.