¿Qué has hecho con tu tiempo?

Observa cómo dedicarte a Dios de manera asertiva

En el libro de Eclesiatés 3:1 está escrito: «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora».

¿Qué has hecho con tu tiempo? ¿Cómo has aprovechado cada minuto de tu día? Algunas mujeres piensan que les falta tiempo y desean más horas para dar cuenta de todas sus actividades, pero ¿será que realmente ese es el problema o es la mala administración de las tareas que hace que el tiempo no sea suficiente?

Algunas mujeres creen que permanecer dos horas en la iglesia escuchando la Palabra de Dios es mucho tiempo, pero son capaces de pasar dos horas revisando el feed (contenido de la página principal)de Instagram o platicando sobre la vida ajena. ¿Cuánto tiempo reservas para valorar al Señor Jesús?

Hay personas que honran a la familia, al trabajo, a las amistades, las fiestas, los estudios, la fama, el dinero y ponen todo eso como prioridades, pero son negligentes con lo imprescindible, el Señor Jesús. El tiempo y la prioridad van de la mano, y lo que una persona hace con su tiempo revela mucho de sí misma, demuestra exactamente el lugar que Dios ocupa en su vida.

Dios es la base que sustenta toda la realización de una persona y nos da fuerza en los días de lucha. Y, quien no le dedica tiempo a Él, corre el riesgo de ver todo su esfuerzo desmoronarse a la menor señal de inestabilidad de la vida. ¿El tiempo ha sido una oportunidad para que te acerques al Señor Jesús, o de acercarte a tu muerte? El tiempo refleja tus elecciones, tus prioridades, lo que es importante para ti y las oportunidades que tienes.

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En Mateo 26:7, Jesús da el ejemplo de una mujer que Lo priorizó no solamente con su ofrenda física, sino que le ofrendó tiempo a Él.

Cuando le dedicas tu tiempo a Dios, estás expresándole cuán valioso Él es para ti. La mujer citada en el libro de Mateo tomó su perfume más caro, fue hasta donde estaba el Señor Jesús y le entregó dos ofrendas: el perfume y su tiempo. De ese modo, ella demostró que Dios ocupaba el primer lugar en su vida.

¿Cuántas veces ya clamaste a Dios por algo y dedicaste tu tiempo en favor de una petición, pero, cuando fue atendida, no le agradeciste a Él? Lamentablemente, muchas personas no se acuerdan ni siquiera de doblar sus rodillas y agradecerle a Dios por Sus hechos.

Todo lo que hacemos para Dios se queda marcado, tanto la gratitud como la ingratitud. Incluso, la ingratitud destruye tu corazón, no porque Dios sea vengativo, sino porque uno puede atraer la maldición hacia su vida cuando se olvida de Aquel que nos amó primero y está a nuestro lado en todos los días de nuestra vida.

¿Qué es lo que haces con tu tiempo y con tus elecciones? ¿Será que para ti es un peso ir a la iglesia, leer la Biblia y meditar, orar y escuchar la Verdad? Eso deja en evidencia tu estado espiritual. Muchos se camuflan de personas de Dios, pero, en realidad, no aprecian nada de lo que Jesús ha hecho. Y Él nos da la oportunidad del arrepentimiento, sin embargo, hay quienes prefieren la gloria del mundo en lugar de la salvación.

Entonces, dedícale de tu tiempo a Dios, sé transparente, verdadera, y haz buen uso del tiempo que Él te da. Tu tiempo es sagrado, precioso y, por eso, no lo desperdicies con las cosas vanas de este mundo. Fiestas, bailes, internet, series, novelas, amistades, ir de compras, nada de eso agregará cosas positivas a tu vida. Consagra tu tiempo al Señor Jesús y observa los frutos que eso traerá para tu comunión con Dios y para tu vida espiritual.

Jesús ofrendó Su tiempo para nosotros aquí en la Tierra, enseñándonos Su Palabra y dio la vida por nosotros. ¿Será que no puedes darle 5 minutos de tu día a Él?

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