Primer pensamiento

«Por la mañana hazme oír Tu misericordia, porque en Ti confío; enséñame el camino por el que debo andar, pues a Ti elevo mi alma.» (Salmos 143:8).
Desde temprano en la mañana, el primer pensamiento para el Grandiosísimo Señor debe ser: «oriéntame y guíame, Señor, pues hoy mi alma depende de Ti para vivir en este mundo turbulento, guárdame y protégeme de todo el mal».
Por Ester Bezerra
comentarios