«No podía solventar ningún gasto para mi familia»

«No podía darle el gasto a mi esposa ni comprar la leche de mi hijo. Al no poder solventar ningún gasto, vivimos con mis suegros. A pesar de que terminé mi carrera, los trabajos eran de muy bajo sueldo. Mi esposa me humillaba por esa situación, me daba vergüenza no poder suplir lo necesario para mi hijo. 

Lo que le dio un giro total a mi economía fue serle fiel a Dios. Las puertas se empezaron a abrir: en plena pandemia, empecé a guiar negocios y proyectos. Actualmente soy muy próspero y voy por más. 

Vivimos en nuestra casa propia, tenemos una camioneta nueva y el ambiente familiar es muy distinto. En mi matrimonio hay respeto, comunicación y mucho amor; puedo darle a mi hijo lo que necesita. El Espíritu Santo significa tanto para mí porque me rescató de un hoyo del que no podía salir.» -Ricardo Rodríguez 

Consagración de los Fieles en la Casa del Tesoro

Así como esta historia, aunque algunas personas se esfuerzan de más en su trabajo, son profesionales o dejan atrás su hogar pensando que el lugar mejorará su situación, no ven sus sueños cumplirse.

Si están haciendo lo que lógicamente debería rendir sus frutos, ¿qué falta para que las cosas resulten como esperaban?

«… ponedme así a prueba, dice el Señor de los Ejércitos, y veréis cómo os abro las esclusas del cielo y derramo sobre vosotros la benéfica lluvia hasta que se agote.» (Malaquías 3:10).

Hasta Dios promete darles a las personas una vida abundante. Pero ¿por qué no todos viven de esa manera? La clave está en la fidelidad a Él. A partir del momento en que decides honrarlo y ponerlo a prueba, la consecuencia será tener acceso a bendiciones inimaginables. Por eso, este 6 de noviembre se llevará a cabo la consagración de quienes hicieron esta elección. Para saber más acude a la Universal más cercana.

Continúa con: 6 de noviembre: participa en la Fiesta de las Primicias