El poder de las palabras para cambiar tus emociones
Lo que dices tiene impacto sobre lo que sientes y las personas que están a tu alrededor lo sienten también. Las palabras provocan emociones y desarman explosiones, como está escrito: «La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira» (Proverbios 15:1). Si ya has visto a alguien que estaba en un momento de furor y otra persona supo usar una palabra dócil con él, quizá debiste haber estado sorprendido por su habilidad para desarmar la bomba que estaba a punto de explotar.
Puedes usar tus palabras para desactivar la bomba o acelerar la mecha encendida. Entonces, si alguien viene sobre ti con toda su ira, tienes que estar todo el tiempo pensando en tu interior contigo mismo para no responder a la altura de lo que estás escuchando, es decir, antes de usar la palabra dócil con otra persona, tienes que usarla contigo mismo.
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Aprendiendo…
Necesitas aprender a usar esta arma, porque todo el tiempo estamos sujetos a las emociones, a sentir ira, ansiedad, tristeza, preocupación, odio, etc. Si sabes usar esta herramienta de la palabra para administrar los sentimientos, usarás las que son correctas. Si sabes que tienes que limpiar la casa, pero prefieres quedarte al teléfono, te dirás a ti mismo: «levántate ahora, deja ese celular a un lado y pon música movida», es decir, te darás una orden a ti mismo.
De la misma manera, tú que te la pasas lamentando tu vida, diciendo que nada te sale bien y arrojas palabras que despiertan malos sentimientos, no sigas permitiendo que eso suceda. No uses las palabras equivocadas para despertar malos sentimientos en quienes te escuchan. Lo que más existe en el mundo son personas que difunden tonterías y cambian el estado de ánimo de los demás con sus palabras. Vigila lo que escuchas y te dices a ti mismo y a los demás. Con una palabra salvas una vida y con otra la destruyes.
Medita en: La Iglesia
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