Lunes: odiado por muchos, una bendición para los que creen

A unas cuantas horas de que se acabe el fin de semana, hay quienes empiezan a lamentarse porque será lunes y, evidentemente, tendrán que iniciar una semana más de labores. Despertar cansado o tarde, el tráfico, el clima, la gente son factores que a muchos suelen exasperar y hacer que lleguen alterados a su lugar de trabajo. Por esta razón, el lunes se ha convertido en el día menos esperado.

Incluso, un estudio realizado por la Oficina Nacional de Estadísticas de Inglaterra comprobó que ha aumentado la cantidad de suicidios en este día de la semana, el 16 por ciento en los hombres y el 17 por ciento en las mujeres. Asimismo, un 20 por ciento de los decesos en este día se debe a infartos, posiblemente causados por estrés y presión arterial alta, según el British Medical Journal.

“Si el mundo instituyó el lunes como sinónimo de depresión, nosotros no debemos aceptarlo. Alguien que aspira al éxito no es pesimista, sino que ve las cosas con entusiasmo y como una posibilidad para crecer”, explica Jadson Santos, experto en temas financieros.

Empieza la semana de forma diferente a los demás. Si los lunes despiertas desanimado, sonríe y determina que será un día mejor que cualquier fin de semana. ¡Tienes el poder para eso! Cabe mencionar que, justamente, en este día se realiza el Congreso para el Éxito, en el Centro de Ayuda Universal, en cuatro diferentes horarios con el fin de bendecir tu economía.

¿Ves? ¡No es tan malo como parece!

Dios cambió su condición financiera

Camila Conde

“Llegué aquí desempleada, creía que la edad me impediría encontrar algo bueno. Al venir al Congreso para el Éxito, Dios me bendijo con un empleo en el que me posicioné como la empleada número uno a nivel nacional. Así me compré una camioneta, un auto, terrenos, una huerta en Acapulco y de viajar a varios lugares, como al Templo de Salomón, en Brasil”.

Estela Blas

“Desde principios de año, he venido al Congreso para el Éxito. En abril, la empresa para la que trabajo empezó a recortar personal, cerca de 500 personas, pues ya no había proyectos. Se iba a cerrar la empresa… Perseveré porque no acepté que a mí también me fueran a despedir y Dios me bendijo: llegaron proyectos y no me despidieron, sino que me ascendieron”.

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