Descubre a quién ha elegido el Señor para constituir Su Reino

En el medio cristiano, muchos ya se han topado con el dicho «Dios no elige a los capacitados, sino que capacita a Sus escogidos», y más que un lema, es la más pura verdad. Y es que quienes se consideran autosuficientes son incapaces de someterse a Su Voluntad, y mucho menos impulsar Su gloria, si no la suya.

En cambio, quienes son despreciados por el mundo y reconocen su dependencia del Altísimo se dejan moldear y guiar por Él hacia una vida de abundancia.

«Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo para avergonzar a lo que es fuerte. También Dios ha escogido lo vil y despreciado del mundo: lo que no es, para anular lo que es, para que nadie se jacte delante de Dios.» (1 Corintios 1:27-29).

Si has llegado hasta aquí convencido de tus debilidades y de que tus necesidades necesitan ser suplidas por el Altísimo, precisas saber que tienes todo para ser uno de los elegidos que conforman Su Reino. Sin embargo, también debes tener en cuenta el papel de ser un elegido, es decir, creer en ti mismo.

Dios quiere hacer grandes maravillas en la vida humana, sin embargo, por no ver su propio valor, muchos se convierten en sus propios enemigos y desacreditan su capacidad, minimizando la obra del Altísimo, porque si no crees en ti mismo, ¿cómo vas a creer en Dios?

Por eso, aunque nadie crea en ti, aprende a verte como Dios te ve, y todo te será posible, como afirman las Sagradas Escrituras:

 «“¿Cómo ‘si Tú puedes?’”, le dijo Jesús. “Todas las cosas son posibles para el que cree”» (Marcos 9:23).

Escuela de la Fe

Si quieres dejarte moldear por el Espíritu del Altísimo y aprender más sobre el tema, participa este miércoles 21 de febrero en la Noche de los Elegidos.

Te esperamos especialmente a las 7 p. m. en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX. O en la Universal más cercana.

Ve la meditación sobre este tema: DIOS ELIGE LO NECIO, DÉBIL, INSERVIBLE Y DESPRECIABLE DE ESTE MUNDO PARA…