Los Ángeles de la Calle visitan dos nosocomios en la Ciudad de México

La mayoría de las personas quieren llegar a casa, después de un ago­tador día de trabajo, para disfrutar el tiempo con su familia o simplemente relajarse. Sin embargo, para algunas personas, la realidad es distinta.

De acuerdo con un reporte de la Organi­zación para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el penúl­timo lugar de 34 países en cuanto a las ca­mas disponibles para el tratamiento de los pacientes en los hospitales. Mientras, sus seres queridos deben esperar angustiados afuera, entre la lluvia, el hambre y el frío, noticias de sus enfermos.

Por eso, el grupo Ángeles de la Calle de la Universal, visitó distintos nosocomios durante el mes de agosto en la Ciudad de México. El Hospital General Doctor Eduar­do Liceaga y el Hospital General Doctor Darío Fernández fueron los lugares donde este grupo —sin ningún fin más que ayudar los desesperanzados—, llegó a servir desa­yunos y meriendas a las afueras de dichas instituciones.

«… Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Es­critura, de su interior correrán ríos de agua viva.» (Juan 7:37-38)

El poder de Dios no tiene límites y pue­de ayudar a todos los que depositan su confianza en Él. Por esa razón, los Ángeles de la Calle llegan con aquellas personas que no tienen a nadie cerca para desaho­garse de su angustia ni quien les brinde un poco de esperanza, pues en cada visita se realiza una oración tanto por los enfermos como por el personal médico.

Si deseas ayudar en esta noble labor, pregunta en la Universal más cercana.

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