La gran salvación
«¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones del Espíritu Santo según su propia voluntad.» (Hebreos 2:3-4).
No habrá excusa si no le ponemos atención a la salvación comprada y ofrecida por el Señor Jesús y si no es enseñada por Sus discípulos por medio de muchos milagros y transformación de vidas.
Su obra está consumada. Quien cree, será salvo; quien no cree, ya está condenado.
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