La depresión de la cantante que perdió la voz

Shakira revela que no tenía fuerzas para levantarse de la cama

Desde hace aproximadamente 25 años, Shakira ha sido una de las cantantes internacionales más exitosas. Su voz única la hizo ganar fama mundial, ha generado ganancias y admiración, y hasta hoy en día sigue siendo su principal herramienta de trabajo. Pero, cuando esa voz se acabó, la cantante sintió que su mundo también había terminado.

El caso tuvo lugar a fines de 2017, en vísperas de una gira mundial. Shakira fue diagnosticada con hemorragia de las cuerdas vocales y la solución médica presentada fue quirúrgica. Sin embargo, como toda cirugía, existía el riesgo de fracaso y la recuperación nunca sucedería.

«Siempre supe que había cosas que desaparecerían en mi vida, como la belleza, la juventud, todo eso», le dijo al periódico británico The Guardian. “Pero nunca tomé en cuenta que mi voz me dejaría, porque es muy inherente a mi naturaleza. Es mi identidad. Entonces, cuando no podía cantar, era insoportable. Hubo momentos en que ni siquiera podía levantarme de la cama. ¡Estaba realmente deprimida!

Shakira ni siquiera podía hablar. Necesitaba comunicarse mediante señales, y sus hijos de dos y cuatro años de edad no podían entender las señales ni leer para que la comunicación se realizara.

“No creía en la recuperación. Estaba pesimista. Era una persona amargada como compañía”, dijo.

Afortunadamente para ella, la falta de voz duró solo unas pocas semanas. Aunque no se realizó la operación, el tratamiento médico fue efectivo y pudo volver a cantar.

¿En dónde está su corazón?

Shakira no fue la primera ni será la última persona en perder algo importante. Y su reacción fue la misma que tantas personas tienen por perder lo que más valoran, ya sea la voz, el dinero, la casa o el matrimonio.

En este punto es exactamente donde radica el problema. Como el obispo Edir Macedo explica en el libro Pan Nuestro Para 365 Días: “El valor del hombre se define por el tipo de objeto que ama y al que se consagra. Donde sea que esté su tesoro, allí estará su vida. Si su tesoro es Jesús, entonces toda su vida está dedicada a Él, nada ni nadie podrá dañar su corazón. Porque si su tesoro es Jesús, su corazón está en Jesús. ¿Quién puede tocarlo?”.

No obstante, “si su tesoro está en cosas perecederas, o en su esposo, en su esposa, su hijo o su propia reputación, entonces su corazón estará en esas cosas. Cuando esto sea atacado, su corazón será afectado”.

Por lo tanto, depende de cada uno preguntarse: ¿qué es lo más importante en su vida? ¿Hay algo que le deprima si lo pierde?

Si su corazón está en el Señor Jesús, estará protegido contra cualquier pérdida. Porque la mayor ganancia es tener su vida totalmente entregada a Él.

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