Fin de año: la UEC en el Cereso de Atlacholoaya

El trabajo de este grupo es fundamental para que más almas sean alcanzadas…

El mes de diciembre es una época donde la mayoría de las personas hacen un espacio en sus rutinas para compartir momentos en familia o con amigos. Sin embargo, no todos pueden disfrutar de esta temporada en compañía de sus seres queridos; las personas que están privadas de su libertad son un ejemplo de ello.

Y es que, para algunos reclusos, el fin de año se vuelve un momento de soledad y nostalgia; pues muchos ya no reciben las visitas de sus allegados. Incluso, datos de distintas investigaciones han confirmado la prevalencia de problemas de salud mental entre la población carcelaria. Pero estas afecciones podrían intensificarse durante las fiestas decembrinas, haciendo que el ánimo de los detenidos decaiga.

La certeza de un cambio

Existe el estigma de que las personas que están en la cárcel y que cometieron muchos errores «nunca van a cambiar». No obstante, para el Señor Jesús no hay caso que sea imposible. Es precisamente este mensaje el que transmiten los voluntarios de la Universal Evangelización Carcelaria (UEC), un grupo que realiza acciones solidarias para alcanzar a las personas que están en distintos reclusorios de todo el país, tanto varoniles como femeniles, con la intención de mostrarles que sí se puede comenzar de nuevo a través de una decisión y actitudes de fe.

Con esto en mente, en días recientes varias integrantes de la UEC se dieron a la tarea de visitar a las internas del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Atlacholoaya, ubicado en el estado de Morelos. Una vez que ingresaron a las instalaciones, reunieron a las mujeres para celebrar un convivio de fin de año.

¿Ya viste? Comportamientos inexplicables e incontrolables

Para muchas de las que están dentro de la prisión esto representó un noble gesto, pues estando ahí dentro pasan por carencias y situaciones difíciles, además de que son señaladas por su pasado.

Durante este encuentro, la población interna recibió 125 kits de higiene personal (los cuales son escasos en el interior del Cereso); también recibieron bolsitas de dulces, frituras, refrescos e incluso se les obsequiaron una variedad de plantas en macetas. Además, disfrutaron del Día de la Belleza, un espacio en el que se brindaron servicios de maquillaje, peinado, manicura, entre otras actividades para su cuidado personal.

El alimento más necesario

Lo más importante de aquel día fue el instante en que las internas hicieron una oración para desahogarse, platicándole a Dios sobre sus luchas. Esta acción que puede parecer simple, en realidad es vital para vivir una transformación; cuando una oración es sincera y honesta, entonces, Dios viene a proveer auxilio espiritual. Asimismo, luego de la oración de fe, cada una de ellas recibió un regalo especial: la Biblia.

El trabajo de la UEC es fundamental para que más almas sean alcanzadas y, además de darles a conocer la Palabra de Dios, mostrarles que es posible tener un encuentro verdadero con Él, que es lo que les dará la paz interior y les ayudará a cambiar su perspectiva de vida.

Si te gustaría apoyar, puedes llevar algún artículo de higiene personal a las instalaciones de la Universal más cercana. O si lo prefieres, puedes realizar tu donativo de manera digital.

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(*) La Universal agradece la colaboración de todas las personas que hacen posible esta labor social con sus donativos voluntarios. Así como a las autoridades y a todos aquellos que nos brindan las facilidades para llevar a cabo este trabajo