Es posible dejar de ser adicto

“Alcohólico nació, alcohólico morirá”, “No tiene remedio”, “árbol que nace torcido, jamás su rama endereza”, entre otras son algunas de las frases que dicen las personas cuando se refieren a alguien con problemas de adicción.

No obstante, más allá de ser “simples oraciones” son palabras hirientes que llegan y pegan hasta lo profundo del corazón, ahí, donde está la raíz de tanto sufrimiento y probablemente, la causa por la que el adicto llegó a esa situación.

Entonces, si sabemos que dañamos a las personas con palabras ¿por qué no hacemos nada para dejar de decirlas?

Si bien es difícil pertenecer a una familia donde exista uno o más adictos, también es cierto que hay solución para esa enfermedad.  A nadie se le culpa por estar enfermo, ¿verdad? Entonces ¿por qué en lugar de entender y apoyar a quien lo necesita enseguida lo ponemos en el banco de los acusados?

Querido lector, ya sea que seas el dependiente a alguna droga o sustancia o si te tocó ser el ser querido del adicto, debes saber una cosa, hay un lugar en donde te pueden ayudar y en el que no te señalarán, pues así como tú, muchas personas han comprobado que en el Tratamiento en contra de los vicios, con la ayuda de tu fe, si se puede abandonar ese mundo de sufrimiento.

Anímate a venir, tienes una vida que disfrutar y que mejor que hacerlo en tus cinco sentidos. Te esperamos.

“Por los problemas que tenía por el alcohol intenté suicidarme”

“A causa de una decepción amorosa desde los 15 años caí en el vicio. Empecé tomando poco, pero se me hizo costumbre hacerlo, cuando mis papás no estaban tomaba a escondidas.

Busqué el alcohol como un refugio, sin embargo, me perjudicó en la escuela, en la familia y en mi estado de ánimo, incluso pensé quitarme la vida. En mi casa no se daban cuenta de lo que pasaba, solo mi mamá percibía que llegaba ebria a la casa.

Los cinco años que pasé siendo alcohólica no fueron más fuertes que los dos que llevo en el Centro de Ayuda Universal ya que, una vez que conocí el Tratamiento en contra de los Vicios, todo cambió.

El primer cambio fue sanarme interiormente y, por consiguiente, la relación con mi familia se transformó. La depresión, la tristeza, todo se esfumó y cuando me fortalecí tuve el valor de abandonar lo que me dañaba.

Aun cuando mis ‘amigos’ o conocidos me invitan a tomar, no se me antoja para nada. Lo mismo que hizo Dios conmigo lo puede hacer contigo. Tú puedes vencer”, Madeline.

Sigue leyendo: Cuando…