¿Enojón yo? Conoce los impactos negativos de vivir enfadado
Algunas personas no logran controlar su ira y esto puede desatar varios conflictos
Todos nos hemos enfadado en alguna ocasión y, quien diga lo contrario, puede estar confundido. El enojo es una reacción normal e instintiva que los seres humanos manifiestan cuando enfrentan una situación de frustración, impotencia o cuando se sienten amenazados.
Sin embargo, esto puede ir desde una leve irritación hasta la ira mezclada con la violencia.
Pero, al no saber manejar bien este tipo de reacciones, el individuo está generando problemas emocionales, conflictos en sus relaciones personales y complicaciones en su salud.
También te puede interesar: «Mi piel tenía mal aspecto y empeoraba»
«El que se enoja, pierde»
Este es un refrán muy popular, y también muy cierto. Quienes se enojan constantemente pueden padecer problemas de presión arterial y, con el tiempo, causar el deterioro de sus arterias; además, están propensos a sufrir taquicardias.
También aumenta la producción de adrenalina y cortisol, lo que altera el equilibrio del organismo y causa que trabaje de manera lenta. Incluso, enojarse provoca contracturas, dolores en músculos y en la cabeza.
¡Quiero aprender a controlar este enojo!
Existen varias formas de comenzar a tomar el control de tus reacciones, y esto es lo que los expertos en el tema recomiendan:
- Si te encuentras en una conversación que te irritó, procura tomarte un tiempo para responder y evita actuar conforme a tus instintos. Si lo consideras necesario, toma tu distancia y respira profundo antes de retomar el asunto.
- Si has notado que te enojas constantemente, puedes optar por técnicas de respiración y relajación. Así tus músculos estarán menos tensos y la calma te hará pensar mejor tus decisiones.
- Realiza actividad física cuando estés molesto, pues esto es benéfico no solo para tu sistema cardiovascular, sino que te distraer y generas endorfinas (hormonas que dan la sensación de bienestar).
- Practica el autoconocimiento. Si te conoces mejor a ti misma, sabrás cuáles son las situaciones que te irritan y podrás trabajar en tus reacciones.
- Platica con una persona de confianza, ella puede ayudarte y brindarte otra perspectiva de la situación.
- Necesitas aceptar que no todas las personas piensan igual que tú; por lo tanto, colócate en los zapatos de tu prójimo y practica el perdón.
Te recomendamos: «Tras esa traición creí que no encontraría el amor»
comentarios