El origen de los regalos de Navidad
Para muchos, basta que falte un regalo en esta época del año para que se sientan tristes y despreciados
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay 2 millones de mexicanos sin empleo. Aun así, casi todas esas personas sienten la obligación de dar regalos de Navidad, aunque se trate de un detallito.
Pero ¿acaso no es suficiente el desearle buenos deseos al otro? De acuerdo con las propagandas comerciales, no.
Conforme a lo que difunden las grandes empresas, en Navidad, las personas deben gastar dinero para darles un obsequio material a los familiares y amigos.
Es más, el mercado cuenta con esa costumbre.
Pero, si falta dinero, ¿por qué gastar tanto en Navidad?
Alegría de pocos, tristeza de muchos
La presión parte de todos lados: revistas, televisión, carteles publicitarios esparcidos en las calles, radio e internet. Desde noviembre, en cada instante, una propaganda de regalo de Navidad está martillando su mente.
En busca de ganancias, el comercio hizo que la Navidad se convirtiera en la fecha en que todos deben dar regalos. Y esa táctica funcionó, pues, para muchos, basta que falte un regalo para que se sientan tristes y despreciados.
Esa presión para dar y recibir obsequios es tan grande como la presión para realizar grandiosas cenas con los familiares que ni siquiera se agradan entre sí. Las expectativas para Navidad se vuelven tan altas que muchas personas llegan a entrar en depresión en esa época del año.
Mientras algunos pocos están ganando con esa fiesta inventada, otros se sienten tristes a punto de matarse.
Y todo por una tradición que ni siquiera es cristiana.
El verdadero significado de la Navidad
Quien se dedica a hacer grandes gestos en Navidad ignora que el verdadero significado de la fecha es pagano.
Los primeros regalos de Navidad fueron ofrecidos por las adoradoras del dios Tamuz, o dios del sol, conforme lo explica el artículo publicado en el blog del obispo Edir Macedo: “Semiramis, el Obelisco y la farsa de Navidad”.
Eso sucedía desde hace miles de años y, aún hoy, tiene fuerte influencia en la cultura occidental.
Por su parte, el obispo Renato Cardoso explicó que, en medio de todo el ambiente atractivo y festivo del fin de año, ¡hay algo que casi nadie nota al respecto de la tradición navideña!
“La mente consumista es la prisión financiera para el pobre y el camino hacia la pobreza del rico. ¡Cambie su visión, cambie su condición!”, aconseja el obispo.
comentarios