«Bebía para olvidar, pero eso no sanó mi dolor»

«Mi papá tomaba y era muy violento con mi mamá. A causa de eso, me sentí triste, crecí con rebeldía y, teniendo 12 o 13 años, me inicié en el alcohol, yo me compraba mis botellas para olvidar. Esto se extendió hasta los 29 años. En ese lapso ya tenía a mi pareja e hijos, pero no fue bonito, sufrí golpes y agresión verbal de parte de él. Cada vez que discutíamos, me iba a tomar para llenar el vacío que sentía, pero no lo lograba. Al ver cómo estaba todo, intenté quitarme la vida en 2 ocasiones con mis hijos.

Me animé a ir a la Universal después de llamarles por teléfono (esto lo hice porque vi el programa de la TV). Tras escuchar que querían ayudarme, decidí participar en las reuniones. Lograr el cambio no fue fácil, tuve que perseverar: en mi mente algo me decía que no hay solución, que nadie me quería y que mejor me quitara la vida; pero no me dejé llevar por eso, sino por la Palabra de Dios. Hoy, vivo el resultado de mi fe: llevo 3 años sin tomar ni siquiera se me antoja. Conocer a Dios es el secreto para ser feliz, pues en mí ya no hay coraje, enojo ni rencor.» -Teresa Santos

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.

En las sedes estatales, el horario es a las 3 p. m. Solicita más información en nuestra agenda de direcciones.