«Alcohol, cigarro, cocaína, cristal… probé de todo, pero aun así no era feliz»
«Todo inició como un juego, después se convirtió en una necesidad. Empecé consumiendo alcohol, luego cigarro, más tarde marihuana, cocaína, crack, piedra y cristal. Fueron 11 años los que estuve bajo los efectos de mis adicciones.
Como muchas personas, en un principio, pensé que lo dejaría cuando quisiera; sin embargo, no fue así. Decidido a cambiar busqué ayuda por diversos medios, pero nada me daba resultado. Seguía de la misma manera, entonces cansado de estar sin una respuesta me resigné a vivir así, creí que era mi destino.
Mi mamá estaba muy preocupada por mí, ella iba a las reuniones del Templo de los Milagros y al escuchar sobre la Cura de los Vicios, me invitó, solo que no acepté su invitación porque era orgulloso. Entonces ella estuvo un mes orando por mí y esa fe provocó mi cambio.
Me sentía muy mal al ser adicto y sentí la necesidad de hacer algo en serio por mí. Entonces un día me decidí y fui a la reunión. De entrada, el Señor Jesús me dio paz, serenidad, mi mente estaba en calma. Después, paulatinamente, el gusto por cada uno de los vicios fue desapareciendo, me daba asco el simple olor del alcohol, el cigarro o la droga.
Ahora sé que sí hay cura para las adicciones y gracias a las oraciones de mi mamá, Dios pudo obrar en mí. Estoy libre de vicios, soy un hombre que bajo la guía de Dios vive pleno.» -Sergio Campos
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