26 de abril –Nunca es demasiado tarde para Dios

El fin. Una palabra tan pequeña, pero capaz de causar un inmenso dolor.

Cuando se enfrentan a ella, la mayoría de las personas reacciona con miedo, sentimiento de impotencia, indignación y enojo.

Esto es porque, ante el dolor y la desesperación, no logran ver la infinidad de posibilidades que un final también puede representar.

El mayor ejemplo de eso es la crucifixión del Señor Jesús. Para los discípulos parecía que era el fin. Sin embargo, si no fuera por esta, no habría existido la resurrección y, hoy, nosotros no tendríamos la oportunidad de la Salvación por medio del sacrificio del Señor Jesús.

¿Qué decir también sobre la reacción de la viuda de Sarepta al encontrar a su hijo muerto? Por un momento, ella se dejó dominar por la indignación y culpó al profeta Elías por la muerte del hijo, la cual para ella representó el fin (lea 1 Reyes 17:17).

Entonces, el profeta Elías oró a Dios y el niño revivió.

No importa cuál sea la situación que usted está viviendo en su relación. Nunca es demasiado tarde para Dios.

-¿Su matrimonio se terminó?

        -¿Su compromiso o noviazgo ha llegado a su fin?

-¿Usted fue traicionado(a)?

        -¿Su vida amorosa es un caos?

No importa. Si usted cree, Dios traerá a la existencia lo que no existe.

Asista a la próxima reunión de la Terapia del Amor, que será el 26 de abril, y usted verá que para Dios nunca es demasiado tarde. Él transformará su relación y restituirá la felicidad en su vida amorosa.

Anótelo en su agenda: el 3 de mayo será el Día del Recomienzo, en la Terapia del Amor. Cabe recordar que, antes de todo nuevo comienzo, primero hubo un fin. Hablaremos más sobre eso esta semana.

La Terapia del Amor se lleva a cabo todos los jueves en el Santuario de la Fe, en Av. Revolución, núm. 253, Col. Tacubaya.