«Vivíamos juntos, pero sin amor»
«Un gran dolor fue saber que mi hija comenzó a consumir drogas. Aunado a eso, mi familia estaba separada, pues, aunque vivíamos bajo el mismo techo, ya no había amor. En medio de todo el caos, me enfermé de colitis nerviosa, tenía la columna desviada y mi cuerpo estaba muy débil; de mis enfermedades nunca supieron decirme el motivo. Eso no fue todo, quedé en la miseria tratando de buscar una salida para mi hija. Frente a todos me mostraba como una mujer fuerte, pero en realidad, tenía depresión.
Aunque estábamos destruidos, mi esposo y yo comenzamos a luchar por la familia yendo a las reuniones de la Universal. Seguimos las orientaciones que nos daban y permanecí firme en los propósitos, en cada esfuerzo colocaba toda mi fe en Dios. Poco a poco notamos los cambios en mi hija y la familia comenzó a estar más unida. Antes yo era agresiva, pero después de que el Espíritu Santo entró a mi vida, mi manera de ser y de pensar son muy diferentes. Y no solo eso, la economía también tuvo un giro; abrimos nuestro negocio y mis hijos ya formaron sus familias. Para Dios no hay imposibles si colocamos a nuestros seres queridos en Sus manos.» -María de los Ángeles Galicia
Mi Familia en el Abrigo del Altísimo
¿Cuántos hogares se encuentran destruidos, desunidos, en la miseria, con enfermedades, infidelidades y violencia? ¿Cuántos padres y madres se encuentran desesperados porque no saben cómo proteger a sus seres queridos?
Muchos. Es por ello que el domingo 8 de octubre, especialmente a las 10 de la mañana, en la Reunión del espíritu Santo se vivirá un momento especial en el que se estará determinando con fe que haya protección, paz, armonía, amor y alegría en todos los hogares.
Si estás buscando la protección de tu familia, no dudes en asistir, y, en la oportunidad, recibirás gratuitamente un pañuelo consagrado.
Te esperamos en Av. Revolución # 253, col. Tacubaya, alc. Miguel Hidalgo, CDMX; o en la Universal más cercana.
Sigue con: Mi Familia en el Abrigo del Altísimo
comentarios