Ser un Espíritu con Dios es participar de su naturaleza divina
“Por las cuales nos son dadas Preciosas y Grandísimas Promesas, para que por ellas fuerais hechos participantes de la Naturaleza Divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia”.
2 Pedro 1:4
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: Familia humana: una sola carne; familia de Dios: Un mismo Espíritu
comentarios