¿Qué ha disuelto tu fe?

Lee este mensaje y medita sobre qué podría estar disolviendo tu fe

En las Sagradas Escrituras, encontramos que el segundo libro del apóstol Pedro está dirigido a los cristianos de Asia Menor, que sufrían una gran persecución y eran «bombardeados» por muchos malos ejemplos, provocados por los escándalos de la época.

En ese periodo de la Iglesia primitiva, muchos se perdieron en el camino a causa de las herejías. Olvidando de dónde Dios los había rescatado. Y lo mismo sucede en los días de hoy, como dice la Biblia en el siguiente versículo:

«Y muchos seguirán su libertinaje, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado. Llevados por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya hace tiempo la condenación los amenaza y la perdición los espera» (2 Pedro 2: 2-3).

Siguiendo lo que se deshace

Lo que ocurrió en los días de Pedro continúa sucediendo hoy. Es decir, algunas personas prefieren seguir palabras y enseñanzas que causan confusión, dudas y debilidad espiritual.

Ellas iban bien, pero no conservaron aquella fe, no conservaron el temor, la indignación, la gratitud, la diligencia para servir, los buenos ojos y la lista es larga… Entonces, cuando no conservamos lo que nos mantiene salvos, acabamos disolviéndonos y deshaciéndonos.

Por eso, todo cristiano y siervo del Dios Vivo debe estar siempre atento a cualquier palabra que intente causar disolución en su fe. Es decir, que intente disolverlo con dudas, preguntas y confusión.

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